Trasladará las imágenes el próximo lunes.
Hubiera sido un Martes Santo pleno y magnífico si el paso de La Lanzada no hubiera tenido un problema en la sujeciñon de la cruz, lo que obligó a la cofradía terminar su estación de penitencia al llegar a la Catedral. Ahora, esperará hasta el próximo lunes, después ya de Semana Santa, para devolver al Cristo de la Lanzada y a la Virgen de la Caridad a la parroquia de los Dolores, aunque los pasos se trasladen la mañana del sábado.
Hasta que ocurría ayer este incidente en la cofradía zaidinera, la jornada transcurría con total normalidad, mucha mejor temperatura que en los días anteriores y muchísima gente en la calle acompañando a las cuatro cofradías que se ponían en la calle, especialmente en zonas como Plaza Nueva.
Aunque la Lanzada era la primera que ponía su cruz de guía en la calle, fue la del Víacrucis la que abrió la carrera oficial, algo distinto a todos los años precedentes. Sobriedad, elegancia y solemnidad en el cortejo silente de la cofradía. Desde el Realejo llegó La Cañilla, y desde Santa Ana la cofradía de la Esperanza, cuya dolorosa este año se presentaba con diadema, recordando así la coronación canónica del próximo mes de octubre.
Al pasar por carrera oficial comenzó a apreciarse el movimiento brusco del crucificado zaidinero, que se acentúo según discurría por las calles. En la Catedral los priostes lo revisaban y se adoptaba la decisión que oscureció esta brillante jornada que finalizaba con el paso de la Soledad volviendo a Santo Domingo y el de la Esperanza rodeado de una multitud de personas en Plaza Nueva.
Hoy serán cinco las cofradías que salgan a la calle: Gitanos, Estudiantes, Paciencia, Rosario y Nazareno.