En la mañana del 5 de agosto.
Todo los años, desde 1912, tiene lugar la Romería de la Virgen de las Nieves, en la que los vecinos de Trevélez suben a la cima del Mulhacén, donde se oficia una misa de romeros a las 12:00h de cada 5 de agosto.
Desde la creación del Parque Nacional de Sierra Nevada y en aras a la conservación del mismo, la ascensión se realiza caminando y a la Virgen se la lleva a lomos de caballería. No obstante, el control de la Hoya del Portillo permanece abierto durante unas horas para que se acceda en vehículo hasta el Chorrillo y desde allí continuar andando.
El día 4 de agosto, por la tarde, numerosos vecinos del pueblo suben en romería, para pernoctar en Siete Lagunas. Al día siguiente, el camino se inicia de madrugada, según la tradición montañera, para ver amanecer desde lo alto de la sierra.
Hasta las proximidades del pico Mulhacén (3.482 metros) suben cada 5 de agosto los romeros que festejan el día de la Virgen de las Nieves. Cuenta la leyenda que allí quiso ser enterrado el monarca nazarí Muley Hassén, de cuyo nombre tomaría el suyo la montaña. Se reúnen en esta fecha los treveleños con cientos de montañeros y excursionistas procedentes de otros pueblos alpujarreños e incluso de la misma capital granadina.
Esta tradición se debe a un presunto milagro realizado por la Virgen en 1717, cuando el Beneficiado de Válor pidió su protección al verse sorprendido sin refugio por una furiosa tormenta. Según contó luego el propio Beneficiado, las nubes se disolvieron entonces súbitamente para dar paso a un mar de luz en cuyo interior la Virgen extendía sus brazos. Desde entonces, los milagros se han multiplicado con el paso de los siglos, pues es creencia popular que la Virgen presta especial protección a todos los habitantes de Sierra Nevada.