La Catedral acogió el vía-crucis de las cofradías

Cuando el año pasado Jesús de la Paciencia salía de la Iglesia Catedral tras presidir el vía-crucis de las hermandades, nadie pensaba que pasaría todo un año sin que ninguna otra imagen entrara en el templo. Aquel viernes de Cuaresma de 2020 ya empezaba a aparecer en las conversaciones cofrades el miedo a lo que podría traer el coronavirus, pero tampoco nadie era consciente de todo lo que estaba por llegar.

Nuestra Señora de los Dolores ha sido la siguiente imagen en entrar en el templo, aunque no ha podido ser del modo deseado, ya que la dolorosa del Lunes Santo llegó en vehículo privado para presidir el rezo del vía-crucis que organizan las cofradías de penitencia cada año. No hubo traslado solemne, como ha sido lo habitual en las últimas décadas, y tampoco la imagen en andas recorrió las naves catedralicias para el rezo de las catorce estaciones del víacrucis. Todo ha sido diferente en esta ocasión.

Varios centenares de personas, entre las que se encontraban algo menos de una veintena de hermanos mayores, así como representantes de las cofradías, llenaron las naves de la Catedral, guardando las oportunas medidas de seguridad ante la pandemia. Eduardo García, deán de la Catedral presidió el acto, acompañando de varios canónigos y el Consiliario del ente federativo, José Gabriel Martín Rodríguez. Vestía una toca negra la dolorosa, en señal de luto por los fallecidos de la pandemia. La imagen se presentaba ataviada por Francisco Garví con tocado de blonda, manto negro con toquilla de terciopelo y sedas, vistiendo saya de lamé plateado bordada en oro.

La imagen se situaba junto al Altar Mayor de la Seo granadina en el lado del Evangelio. Sobre el altar levantado al efecto se situaba la venerada imagen sobre su antigua peana procesional de las denominadas “de carrete”, en madera dorada y espejos. Se escoltaba por dos parejas de candelabros de guardabrisas de madera dorada pertenecientes al paso de Jesús de la Sentencia. Se completaba la iconografía del “Stabat Mater” con la presencia de la Cruz y sudario tras la imagen que se exornaba con un friso en tonos pastel conformado por calas, alhelíes, claveles y un calvario silvestre a los pies de la Cruz.

Junto a los miembros de la Junta de Gobierno de la Real Federación y de la Real Cofradía de Ntra. Sra. de los Dolores acompañó en representación del Ayuntamiento el 2º Tte. de Alcalde, D. José Antonio Huertas, así como anteriores Hermanos Mayores de la corporación albaicinera. Los fieles ocuparon los asientos asignados en la nave principal de la Catedral hasta completar el aforo permitido.

Tras la Monición de entrada y el saludo a los presentes daba comienzo el rezo de las estaciones del Vía Crucis en su forma tradicional, siguiendo el texto con las meditaciones del Santo Padre Francisco, que desde el presbiterio fueron realizando el Secretario de la Real Federación, Roberto Martín, el Hermano Mayor de la Cofradía de Paciencia y Penas, Fernando García y por parte de la Cofradía de los Dolores Patricia Piñar y María Cristina Bueno. Intercalados entre los rezos se interpretaron diferentes cantos de corte penitencial acompañados por el órgano catedralicio.

Durante algo más de 75 minutos se prolongó el rezo del víacrucis, de forma estática, y con la ausencia de los tradicionales traslados. Con el canto de la Salve finaliza el rezo del Santo Vía Crucis.

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Fotografías: Federación de Cofradías y Hermandad Paciencia y Penas.

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