Los rocieros granadinos caminan ya hacia la aldea almonteña, a la que llegarán la tarde del próximo jueves. Después de pasar la última noche en la localidad de Loja, hoy llega una jornada de tránsito que dejara a los rocieros en tierras sevillanas, para mañana lunes cruzar el río por Coria.
Centenares de personas salían ayer a las calles para despedir a la carreta del simpecado y las cuatro decenas de carretas que este año la acompañan. En la iglesia de San Pedro se celebraba la misa de romeros y, a continuación, el secretario de la hermandad Francisco Rosuá bajaba el simpecado desde el altar mayor para entregárselo a la mayordomo de este año. Con un fuerte aplauso, y a los compases de flauta, tamboril y el coro de la hermandad dirigido por Francis Navarro, salía el simpecado de San Pedro y era situado en la carreta de plata que fue objeto de miles de fotografías.
Tras la procesión por la ciudad llegó el cortejo hasta la basílica de la Virgen de las Angustias. Estuvo acompañada la hermandad por la consejera de Fomento, Marif´rán Carazo, el subdelegado de la Junta en Granada Indalecio Sánchez-Montesinos, la parlamentaria Concha G. Insúa, las concejalas Raquel Ruz, María Leyva y Eva Martín, el diputado de Turismo Enrique Medina y representantes de entidades vinculadas a la hermandad. No faltó tampoco una representación de la hermandad del Rocío de Santa Fe.
Tras despedirse de la Virgen de las Angustias, y cantarse la salve, los rocieros se dirigieron hasta la zona paralela a la autovía en la salida de la Chana, donde se celebró el primer rengué. Ya por la tarde la hermandad siguió hasta Loja, donde visitó a la Virgen de la Caridad y se pernoctó.