Las mujeres de la Cofradía Virgen de los Dolores de Montefrío han cumplido un año más con la tradición, quemando las palmas de Semana Santa que ellas mismas elaboraron el año pasado con sus manos, tras muchas horas de trabajo.
Estas mismas palmas fueron bendecidas por el cura del pueblo, y portadas, junto a las tradicionales ramas de olivo, para acompañar a la procesión del Domingo de Ramos.
Se trata de más de cien palmas de unos tres metros de longitud, que desde entonces han adornado otros tantos balcones de la localidad, y que ahora las montefrieñas han quemado en una gran lumbre, para celebrar así la Candelaria, purificando el cuerpo y el alma tras los excesos de la Navidad.
Las cenizas de estas palmas han sido guardadas por las mujeres, y serán utilizadas el próximo 1 de marzo para la bendición del Miércoles de Ceniza.
Además, dentro de solo unas semanas, este grupo de mujeres montefrieñas (más de medio centenar) volverán a confeccionar sus palmas, que utilizarán durante la próxima Semana Santa.
Una tradición recuperada
Esta tradición centenaria se perdió durante décadas en el pueblo, al no celebrarse la Semana Santa en la localidad. Tras el impulso que la cofradía de la Virgen de los Dolores dio hace unos años a esta tradición, las palmas volvieron a los balcones montefrieños cuando volvieron también las procesiones.
La alcaldesa de Montefrío, Remedios Gámez, destaca “la impecable labor” que desempeñan estas mujeres, cuyas edades oscilan entre los 8 y los 85 años.
“Es un verdadero orgullo ver a madres, hijas y nietas preparar con esmero sus palmas de Semana Santa y cómo ahora las queman por la Candelaria para mantener la tradición. Han conseguido recuperar una tradición tan nuestra que se perdió hace muchos años”, apunta la primera edil.