Reacciones a un artículo de la Consejera de Igualdad criticando la Semana Santa.
Las primeras horas del nuevo gobierno de Andalucía se han visto envueltas en una polémica ‘cofrade’. Y todo a raiz de hacerse público un artículo que escribió la nueva consejera de Asuntos Sociales e Igualdad, Rocío Ruiz (de Ciudadanos) en el periódico ‘Viva Huelva’. En dicho artículo, Ruiz calificó a los costaleros como «gente que se autoinflige castigos y se destroza la columna por cargar a cuestas enormes trozos de madera». También dijo que la Semana Santa es un «desfile de la vanidad y rancio populismo cultural, rescatada de la historia medieval como espectáculo incluso tenebroso», entre otras apreciaciones.
Vox ha exigido al nuevo presidente andaluz, Juanma Moreno, que llame al orden a la consejera de Asuntos Sociales por criticar la Semana Santa. Esta petición se ha producido después de que varios medios de comunicación y las redes sociales se hicieran eco del artículo, levantándose numerosos comentarios y críticas en las redes. A través de su cuenta de Twitter, el portavoz en el Parlamento de Vox, Francisco Serrano ha lanzado el siguiente mensaje: «Presidente Juanma Moreno, ud. se comprometió con Vox a «apoyar y promover la Semana Santa». ¿Llamará al orden a @RocioRuizCs? Esto no le ayuda». Mensaje que adjunta con el texto del acuerdo firmado entre PP y Vox.
Las hemerotecas le han jugado de este modo una mala pasada a la nueva consejera, que en su artículo criticaba que las procesiones «nada tienen que ver con lo que dicen representar», ya que, según Ruiz, «son una exitosa puesta en escena turística y una penosa demostración de la necesidad que tiene la gente de “pan y circo”. Un entretenimiento de la plebe, devotos que confunden la religión con el protagonismo». En el artículo, titulado «Las monedas de Judas» este fichaje de Ciudadanos opina que la Semana Santa es «tribuna, escaparate, hoguera de las vanidades», en referencia a los cofrades, a los que acusa de tener «doble moral», «grandes hombres inflados de autoestima piadosa a punto de reventar, especialistas en maquillar sus sombras tras una máscara o un capirote». De los costaleros dice que son «gente que se autoinflije (sic) castigos y se destroza la columna por cargar a cuestas enormes trozos de madera decorados con costosos vestidos, ofreciendo un inútil sufrimiento propio como si con ese absurdo acto se eximieran de sus pecados y se convirtieran de la noche a la mañana en mejores personas».
La consejera no sólo dispara contra los que viven con fe la Semana Santa, sino que lo hace contra sus sentimientos religiosos: «No cuando me intentan imponer un dios público, único y verdadero, conveniente y social y políticamente, con madre virgen o vírgenes según el gusto o el color de cada ocasión». Por todo eso, ella se queda «sin más pretensiones, con la fiesta pagana que favorece el turismo y llena la caja de los bares y tabernas, la música escandalosa y bullanguera, el espectáculo frívolo y algún que otro espíritu puro. Pero ya está. No me vendáis la burra de la religiosidad profunda, de los llantos sentidos por el prójimo que sufre, de los que se llenan la boca con vivas y oles vacuos». Y, por tal motivo, su coherencia le lleva a escaparse «a otros mundos donde no haya ni un rastro de olor a incienso. Cruzando el mar hacia las tierras impías y herejes del otro lado del Atlántico, para no convertirme en una más de esos cínicos desmemoriados, para no olvidar que todos somos mestizos, que fuimos, afortunadamente, parte de esa espléndida, avanzada y culta civilización árabe».
En definitiva, a la nueva consejera de Igualdad parece que no le gusta la Semana Santa, a pesar de que una vez que el artículo empezó a circular ayer por las redes sociales, la propia Rocío Ruiz publicaba un Twitter en el que decía: «Una vez más y ante comentarios que me estáis haciendo llegar por un artículo de hace cinco años, pido disculpas a quien pueda sentirse ofendido por él. No representa ni lo que pienso ni lo que defenderé como consejera de todos los andaluces. Y ahora, a cambiar Andalucía».
