El pasado sábado en San Pedro.
La iglesia de San Pedro y San Pablo celebró este sábado sus 75 años de existencia, en una Eucaristía que contó con la presencia del Vicario General de Granada, D. Francisco Javier Espigares.
Este pasado sábado la Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de Jesús de la Sentencia y María Santísima de las Maravillas, se reunió en la iglesia de San Pedro y San Pablo para conmemorar el 75 aniversario de su fundación. Acudió a presidir la Eucaristía el Vicario General de Granada, D. Francisco Javier Espigares, uniéndose así al Vicepresidente de la Junta de Gobierno de la Federación, Armando Javier Ortiz García, el Hermano Mayor de la Hermandad, D. Juan Vicente Gómez, y el resto de hermanos cofrades y fieles reunidos para la ocasión.
Durante su homilía, D. Francisco Espigares se congratuló por la efeméride y se unió a la alegría de los miembros de la hermandad, aseverando que “hace 75 años que el Señor hizo un gran favor a esta diócesis” con el nacimiento oficial de la Hermandad, que había elegido como lema de su aniversario el Salmo “Recordad y proclamad las Maravillas del Señor”.
Todos los fieles pudieron rendir culto a las imágenes del Jesús de la Sentencia y de la Madre María Santísima de las Maravillas, que se alzaban a ambos lados del altar. El Vicario General exaltó la belleza que rinden estas dos imágenes, que remiten a “una belleza de amor, no de los cánones de belleza tal y como el mundo los entiende, sino la belleza profunda del amor; la que sabe hacerse pobre con el pobre, débil con el débil, el que sabe compadecerse”, haciendo alusión al Evangelio de las Bienaventuranzas proclamado este domingo.
Una vez más, se elogió la labor de las Hermandades y Cofradías como la de la Sentencia y Maravillas como asociación pública de fieles capaz de construir iglesia y dar testimonio público de la fe. “a través de los actos de formación, a través de los cultos, de la devoción y el cariño a las imágenes, a través de vuestra fraternidad correspondida y crecida, a través de la Eucaristía de los domingos, a través de las obra bonitas de caridad con los pobres y los necesitados, el Señor va haciendo Iglesia en vosotros y va renovando su dicha”, sentenció D. Francisco Espigares ante las decenas de fieles allí reunidos.