Vinculado a la cofradía de Los Estudiantes.
El presbítero diocesano D. José Antonio Ortega ha recibido sepultura en la tarde del viernes 17 de mayo en la Capilla Real, donde era capellán, previas exequias en la Catedral, presididas por el Vicario General, que trasladó la cercanía y oración de Mons. Martínez, que se encuentra en las exequias del obispo de Astorga. “Celebramos la Pascua del presbítero José Antonio, la Pascua de Cristo. Como Cristo entró en el sepulcro, así nosotros también entramos en el sepulcro. Y como Cristo resucitó, así nosotros también resucitamos”. Con estas palabras el Vicario General, D. Francisco Javier Espigares, habló ante el féretro de D. José Antonio Ortega Gómez, Capellán real y canónigo de la Catedral, que en la tarde del viernes 17 de mayo ha recibido sepultura en la Capilla Real. La misa funeral, que tuvo lugar en la S.I Catedral, fue concelebrada por parte del clero diocesano, entre ellos los miembros de los Cabildos de la Capilla, catedralicio y sacromontano.
Nuestro Arzobispo Mons. Javier Martínez, que no pudo celebrar el sepelio por encontrarse en Astorga en el funeral también de su Obispo, expresó su cercanía a los familiares y a los fieles diocesanos, así como su oración por el descanso eterno de D. José Antonio, agradecido por su vocación y vida sacerdotal. Una vocación en el Orden Sacerdotal y vida por la que también se dio gracias en sus exequias, en unos “sentimientos de gratitud y súplica a Dios para que le permita participar de la vida eterna”, señaló el Vicario General. Sentimientos de gratitud también a Dios por su vocación sacerdotal y petición para que el Señor llame a más vocaciones sacerdotales.
D. Francisco Javier Espigares tuvo palabras de gratitud también por un testimonio de vida entregada a Dios y al servicio del Señor y de su Iglesia. Asimismo, recordó las palabras del Papa Francisco en las Ordenaciones Sacerdotales celebradas recientemente en Roma, en las que hablaba de la cercanía del presbítero a Dios, al obispo en la sucesión apostólica, a los hermanos sacerdotes y la cercanía del sacerdote al Pueblo de Dios, “la familia que Dios ha puesto en sus manos”. “Esa cercanía la vivió D. José Antonio y ver dicha cercanía es dar gracias”, señaló Espigares.
D. José Antonio Ortega, que ha fallecido “con las botas puestas” –recordaba el Vicario General, ya que hasta el día anterior llevó a cabo su vida con normalidad y celebrando la Santa Misa y administrando el Sacramento del Perdón de los pecados-, participa ya de la vida eterna.
Los fieles y presbíteros concelebrantes se despidieron del sacerdote diocesano con una oración en silencio y la aspersión con agua bendita sobre el féretro y con incienso, antes de recibir sepultura en la Capilla Real. Hasta allí se dirigió el pueblo de Dios en procesión por el interior de la Catedral tras los restos de D. José Antonio y los sacerdotes concelebrantes.
D. José Antonio Ortega, natural de Alomartes, recibió la Ordenación Sacerdotal el 17 de marzo de 1975. Inició su camino como presbítero en Pinos Puente, donde fue presbítero coadjutor, y posteriormente fue párroco en Villanueva de Mesia, Salar, Íllora, Jun, Pulianas y Pulianillas, y en la Colegiata de los Santos Mártires Justo y Pastor, lugares todos ellos por los que se oró en su sepelio. Además de Capellán Real, también era canónigo penitenciario de la S.I Catedral, desde el 12 de marzo de 2018.
Confiados en la Gloria de Dios y el Abrazo eterno para su descanso en los Brazos del Padre, Destino único y verdadero para el que estamos hechos y hacia el que todos caminamos en el peregrinaje de esta vida, descanse en la paz del Señor, D. José Antonio Ortega.