En procesión este sábado.
El Ayuntamiento de Moclín está ultimando el dispositivo especial que desplegará este sábado con motivo de su tradicional romería del Cristo del Paño, que saca en procesión una imagen del siglo XV a la que se atribuyen propiedades curativas y que se hizo especialmente conocida por su presencia en la obra lorquiana ‘Yerma’.
El municipio espera que sea una romería especialmente multitudinaria por caer en sábado, con más de 12.000 romeros, según ha explicado el concejal de Turismo, Carlos Lucena, quien ha recalcado la importancia que tiene el cristo para este pequeño pueblo de apenas 600 habitantes que multiplica por veinte su población ese día.
Además, recibe entre 700 y 1.000 turistas al mes, principalmente desde septiembre, cuando comienzan los preparativos de la romería en las inmediaciones del castillo, hasta diciembre. El consistorio ha celebrado diversas reuniones con cuerpos policiales, personal voluntario y equipos sanitarios para ultimar el amplio dispositivo que velará por la seguridad de las entre 10.000 y 15.000 personas que cada año acompañan al Cristo del Paño en su multitudinaria romería.Según el alcalde del municipio, Marco Pérez, «es una fecha importante para los Pueblos de Moclín y tiene tanta tradición entre gente de toda Andalucía que es una enorme responsabilidad que todo salga bien». El dispositivo de este año estará compuesto por 250 personas y varias decenas de vehículos de apoyo.
Esta romería saca en procesión una imagen del siglo XV a la que se atribuyen propiedades curativas y que se hizo especialmente conocida por su presencia en la obra ‘Yerma’ de Federico García Lorca, siendo una de las procesiones más antiguas que se siguen celebrando.
El pasado domingo se desarrollaba la ‘bajada’ del Cristo del Paño. La Asociación de Amigos del Santísimo Cristo del Paño bajó el lienzo, que deja durante un mes su habitual ubicación, sobre el sagrario que hay ante el altar de la iglesia de la Encarnación, para quedar expuesto al público.
Aunque la imagen del Cristo del Paño, un lienzo que según la tradición oral fue utilizado por los Reyes Católicos como estandarte, se remonta al siglo XV, no fue hasta el siglo XVII cuando comenzó a sacarse en procesión. Sus cualidades milagrosas surgieron, según cuenta la historia local, de la supuesta curación de un sacristán que tenía la vista casi perdida por cataratas, conocida como la enfermedad del paño.