Celebración de la Virgen de Guadalupe

El pasado viernes en la Catedral.

a Diócesis inaugura desde este año esta tradición que aúna en nuestra Diócesis a los pueblos de uno y otro lado del Atlántico, unidos por la fe, para festejar su fiesta en el primer domingo posterior al 12 de diciembre, fiesta litúrgica de la Virgen de Guadalupe.

Con el cuadro de la Virgen de Guadalupe, acompañada de la bandera de México, representativa de la comunidad latinoamericana, daba comienzo la Santa Misa de la Virgen de Guadalupe que en el domingo posterior a su celebración litúrgica el pasado día 12 se celebraba en la S.I Catedral. La Virgen de la Antigua, presente en la liturgia de este tiempo de Adviento y próxima Navidad, también presidía esta celebración, con la participación de la comunidad latinoamericana y de América del Norte residente en Granada –algunos de ellos vistiendo sus trajes típicos regionales-, y cuantos visitantes a la ciudad y granadinos quisieron participar en ella. Asimismo, a los pies del cuadro se depositó un manto que es la réplica del manto de la Virgen de Guadalupe con las estrellas.

La celebración de la Virgen de Guadalupe en Granada se ha iniciado por primera vez este año y nace con vocación de convertirse en una tradición, para que, a partir de ahora, en el primer domingo después de su fiesta litúrgica los cristianos de uno y otro lado del Atlántico nos unamos en torno a María en esta advocación y dar gracias a Dios por el don de la fe.

Precisamente, esa acción de gracias fue la que subrayó nuestro arzobispo en la Santa Misa, que estuvo concelebrada entre otros sacerdotes por dos presbíteros venezolanos que ejercen su ministerio en nuestra diócesis. Los cantos de la liturgia estuvieron llenos de acordes latinoamericanos y algunos villancicos, y entre ellos las “mañanitas” o “La Guadalupana”, canciones típicas mexicanas y con la que concluyó la Santa Misa en honor a María, Virgen de Guadalupe. Desde este año, se inaugura una tradición de festejar a la Virgen de Guadalupe “dando gracias a Dios, pidiendo al Señor que os sostenga y nos sostenga, nos sostengamos unos a otros en la fe, en la esperanza y en el amor”, señaló D. Javier Martínez.

“Hoy sois vosotros los portadores de una fe que muchas veces nosotros damos la impresión y muchas veces hemos perdido”, señaló nuestro arzobispo. “Juan Pablo II hablaba de cómo nos necesitamos los unos a los otros y el Papa Francisco nos dice que ninguno de nosotros podemos ser autorreferenciales y eso significa que nos necesitamos los unos a los otros”, subrayó aludiendo al vacío que experimenta Europa en los últimos años dejando de lado la fe y a Dios.

COMUNIÓN DE CULTURAS
La celebración litúrgica se vivió con aire festivo, que continuó al final de la Santa Misa con la bendición de Mons. Martínez a los fieles que se acercaron junto al altar, donde se hallaba el cuadro de la Virgen de Guadalupe. También continuó la fiesta en la Curia Metropolitana, donde se vivió una comunión de culturas, con cantos, bailes y gastronomía típica procedentes de distintos países latinoamericanos, entre ellos México, Bolivia, Venezuela y Uruguay.

En la Santa Misa se rezó especialmente por la paz y estabilidad de estos países latinoamericanos, especialmente quienes se encuentran con grandes dificultades.

La devoción a la Virgen de Guadalupe nació en el siglo XVI cuando María se le apareció en un monte al niño Juan Diego en varias ocasiones. De gran devoción especialmente en México, es “Emperatriz de las Américas”.

La celebración de la Santa Misa se celebró en el III Domingo de Adviento, conocido como “Domingo Gaudete “ (de la alegría) y en cuya liturgia se viste el color rosa.

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