Albolote faltaba ayer a su tradicional cita presencial de cada 19 de abril con el Cristo de la Salud debido a la crisis del Covid-19. Este año no pudo desarrollarse la procesión. Los vecinos de Albolote solo pudieron recordar a las víctimas de aquel seísmo y las víctimas de esta pandemia en casa con el deseo de que esta situación pase pronto.
Ayer 19 de abril se cumplían 64 años del terremoto de 1956, en el que perdieron la vida tres vecinos de Albolote. Desde entonces, cada 19 de abril el Cristo de la Salud es sacado en procesión por los fieles hasta el lugar de los decesos donde se reza para pedir protección al Patrón de la villa y el cura-párroco dice un responso en memoria de los difuntos.
Es la primera vez en todo este ciclo histórico de la tradición que el Cristo no saldrá a la calle por causas de fuerza mayor no meteorológicas. Según recuerdan los más viejos del pueblo, salvo en 2006, a consecuencia de la lluvia, el Cristo siempre ha salido llevado de forma popular sin trono ni ornamento por los feligreses, que por turnos han llevado la imagen y el madero sobre sus hombros.
Esta singular procesión discurre desde la Iglesia Parroquial de la Encarnación hasta la intersección de las calles Granada y Burgos Canals, donde se produjeron los decesos, y donde se reza un responso en memoria y recuerdo de las víctimas. Una costumbre que se ha convertido con el paso del tiempo en una manifestación de fe heredada de padres a hijos y en la que muchos ciudadanos, nativos y foráneos, aprovechan para venerar al Cristo de la Salud y elevarle sus promesas. Este año debido a la pandemia del Coronaviris habrá que echar manos de las fotos e imágenes del recuerdo para revivir la tradición y hacerlo de una forma más íntima, en casa.