La propuesta presentada por el Gobierno andaluz ante el Ejecutivo central para permitir la vuelta a la normalidad de los andaluces contempla el retorno de los ritos religiosos a partir del próximo domingo día 3 de mayo.
Sin embargo, la Junta prohibe expresamente que en las misas pueda llevarse a cabo la distribución de la comunión así como cualquier otro rito que suponga compartir bebidas del mismo recipiente o similares. Y no son las únicas condiciones para celebrar la eucaristía. También está prohibido expresamente el uso del agua bendita.
El aforo de los templos no se podrá cubrir en su totalidad, de tal forma que se garantice la distancia social recomendada. Además, las iglesias dispondrán de dispensadores de solución hidroalcohólica a la entrada para que los fieles los utilicen. Cualquier celebración colectiva no debe superar los treinta minutos de duración.
En los entierros y actos funerarios, que se van a permitir a partir del 18 de mayo, el aforo tampoco se podrá cubrir en su totalidad para garantizar la distancia social recomendada. Asimismo, también habrá dispensadores de solución hidroalcohólica a la entrada de los locales, observando las reglas básicas de manipulacióny absteniéndose de tocar superficies, utensilios, etc.
También se prohíben los gestos que conllevan contacto físico entre personas incluyendo el finado. Los velatorios continúan prohibidos.