Hoy la noticia debía haber sido que Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas hubiera pasado ya la noche con las monjas del convento de Santa Isabel la Real. Ayer sábado debería haber regresado desde Santo Domingo al Albaicín, poniendo así la cofradía del Rosario un punto y final a una Cuaresma-Semana Santa más.
Al final tampoco ha podido ser este año, debido al confinamiento del estado de alarma. La imagen pudo bajar desde el convento albaicinero al principio de la Cuaresma, como es tradicional cada año. Centenares de personas lo acompañaron y en el templo dominico deberían haberse celebrado los cultos de la cofradía cuando estalló la crisis del coronavirus. Allí, en la capilla de la Virgen del Rosario sigue la imagen, que este año no pudo estar en la calle.
Lógicamente, aún no se sabe cuando podrá regresar la imagen.