Esta semana ha comenzado el Año Jubilar que va a celebrar la hermandad de San Agustín, otorgado por la Santa Sede a la cofradía con motivo del 500 aniversario de la hechura de la Sagrada Imagen, el Año Jubilar se celebrará hasta el 14 de septiembre de 2021.
Hasta el 14 de septiembre de 2021, las personas que visiten la capilla del convento del Santo Ángel Custodio y cumplan las disposiciones establecidas de confesión, comunión y oración por las intenciones del Santo Padre obtendrán Indulgencia Plenaria. La apertura de este año de gracia para los fieles comenzó el lunes, durante la Santa Misa oficiada por nuestro arzobispo y concelebrada entre otros sacerdotes por el Vicario de la Zona I, D. Francisco Tejerizo.
Durante esta Misa, el padre Tejerizo dio lectura y entregó el Decreto de la Penitenciaría Apostólica de la Santa Sede concediendo este tiempo jubilar, con motivo del 500 aniversario de la Sagrada Imagen de la Cofradía del Santísimo Cristo de San Agustín.
LA PARADOJA DE DIOS
En sus palabras durante la
homilía, nuestro arzobispo D. Javier habló de la cruz de Cristo y la
infinitud de Dios como la paradoja del amor del Señor por nosotros. “El
cristianismo es la explicación de una paradoja: que Dios, para
rescatarnos, se entregó a Sí mismo y entregó a Su Hijo”. “Nos ha
liberado de la esclavitud y nos ha hecho capaces de vivir en la libertad
gloriosa de los hijos de Dios”. Esta paradoja muestra la grandeza de
Dios, “porque ha sido capaz de despojarse de Su dignidad y darnos la
mano, y como decía san Juan Pablo II ‘se ha hecho compañero de camino de
cada hombre y cada mujer en el camino de la vida’”, explicó Mons.
Martínez. En la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, nos recordaba
este amor de Dios por nosotros, que nos hace libres, y cuya entrega
voluntaria en la cruz “es fuente de nuestra verdad y de nuestra
esperanza. Es el triunfo del amor de Dios”.
En esa misma Eucaristía en la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, el ayuntamiento de Granada renovó el Voto anual de la ciudad al Cristo de San Agustín en acción de gracias por librar la ciudad de la gran peste que padeció en 1664.
En esta Eucaristía, que cumplió con la normativa vigente de medidas sanitarias en prevención del covid-19, entre ellas de aforo limitado, se rezó, como cada día en la liturgia, por las víctimas de la pandemia y especialmente por sus familiares y amigos que han perdido a un ser querido y no pudieron despedirse de ellos.
Según informó la Cofradía, las personas podrán obtener esta Indulgencia Plenaria durante los cultos que celebren y los sábados a las 12 horas para los peregrinos que acudan a la capilla del Santo Ángel Custodio y recen ante el Cristo de San Agustín, cumpliendo asimismo con las disposiciones establecidas por la Iglesia.