Nuestra Señora y Madre del Valle estuvo expuesta ayer a la veneración en la Parroquia de la Encarnación.
Para la ocasión, la dolorosa vestía un manto antiguo pertenciente a Nuestra Señora de las Angustias, de Motril, con motivo de la celebración del 300 aniversario de la fundación de su templo así como la saya burdeos bordada en oro, perteneciente a Nuestra Señora de los Dolores, el pañuelo de los apóstoles, corona y varias alhajas donadas por devotos de María Santísima.
Entre los estrenos de estos cultos se encuentran las azucenas de orfebrería que fueron donadas por el Cabildo de Oficiales.