Como cada 8 de diciembre hoy se celebra la festividad de la Inmaculada. Distintos son los actos convocados por las hermandades en esta jornada, aunque este año menos y más limitados que en diciembres anteriores debido a la pandemia del coronavirus.
La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, conocida también como la Purísima Concepción, es un dogma de la Iglesia católica decretado en 1854 que sostiene que la Virgen María estuvo libre del pecado original desde el primer momento de su concepción por los méritos de su hijo Jesucristo, recogiendo de esta manera el sentir de dos mil años de tradición cristiana al respecto. La fiesta de la Inmaculada Concepción de María surge en el mundo católico de la creencia que sostiene que Dios preservó que la madre de Jesús fuese concebida libre de pecado (como dicen las escrituras, “llena eres de gracia”), por lo que cuando se habla de inmaculada concepción en el catolicismo se refiere a las dotes que Dios concedió a la Virgen María para eximirla de pecado original y personal. Esto significa que, según esta creencia, María estuvo libre de pecado desde su concepción hasta el día de su muerte. La inmaculada concepción no hace referencia a la concepción de Jesús, sino a la de la Virgen María, y al contrario de lo que puede parecer a simple vista tampoco implica que la Virgen María fuese concebida de manera virginal, es decir, que ella tuvo un padre y una madre humanos.
Como la Iglesia Católica celebra el nacimiento de la Virgen el 8 de septiembre, se calcula el momento en el que fue concebida restando nueve meses a esta fecha: el 8 de diciembre.
La festividad de la inmaculada concepción se celebra en España desde 1644, cuando oficialmente se empezó a rememorar lo sucedido en la Batalla de Empel. Sin embargo, esta festividad no fue declarada como tal por el Vaticano hasta 1854, cuando Pio IX a través de la carta apostólica ‘Ineffabilis Deus’ declaró el dogma de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. En el territorio español el origen de esta festividad está relacionado con el conocido como ‘Milagro del Empel’. Este milagro, también conocido como Batalla de Empel tuvo lugar durante los días 7 y 8 de diciembre de 1585 durante la Guerra de los Ochenta Años en la que el ejercito español, concretamente el Tercio Viejo de Zamora, comandado por el mestre de campo Francisco Arias de Bobadilla, derrotó en condiciones muy adversas a diez navíos del ejercito de los Países Bajos. La gesta de este tercio fue tal que su victoria fue considerada como un milagro llevado a cabo gracias a la intervención de la Inmaculada Concepción. La ayuda de la virgen en la batalla llevó a los altos cargos del ejército a proclamarla patrona de los Tercios españoles la actual Infantería de España.
En agradecimiento al dogma de la Inmaculada Concepción que hizo España desde la batalla de Empel, desde la Iglesia se les otorgó a los sacerdotes españoles el privilegio de vestir una casulla azul (la vestidura que se ponen para dar misa) durante la festividad. Además, para homenajear la labor que hizo España a favor del dogma de la Inmaculada Concepción, el Vaticano también ordenó construir una columna en honor a la Virgen en la Plaza de España de Roma.