En esta semana ha suscitado una gran polémica la eliminación de una gran cruz situada junto al covento de las Descalzas de la localidad cordobesa de Aguilar de la Frontera. Ahora, esa cruz ha sido pedida por el Ayuntamiento del municipio de Alhendín para colocarla en el municipio.
Según señala el acalde la localidad, Francisco Guerrero, «hemos reclamado al Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera la cruz que han retirado, y que llevaron a un vertedero, para incorporarla a la ornamentación paisajística de nuestro pueblo. Un símbolo de tanto valor para los cristianos no merece ser tratado así».
Recordamos que la Cruz de las Descalzas de Aguilar de la Frontera ha terminado en un vertedero de residuos de construcción situado en Moriles, a diez kilómetros de la localidad cuyo Ayuntamiento, gobernado por Izquierda Unida, ha retirado el símbolo religioso en medio de una fuerte polémica y numerosas protestas por la medida.
La cruz, que se instaló junto a la fachada de la iglesia de las Carmelitas Descalzas y su convento en 1939 en homenaje a los caídos del bando nacional en la Guerra Civil, fue trasladada a este vertedero justo después de que operarios municipales la derribaran en presencia de decenas de personas que protestaban por su retirada.
El Ayuntamiento de Alhendín ha pedido a la alcaldesa de Aguilar de la Frontera la cruz que el pasado martes se retiró de la puerta del Convento de las Carmelitas Descalzas del municipio cordobés. El objetivo del Consistorio metropolitano es incorporarla a su Vía Crucis.
Según ha explicado el regidor alhendinense, Francisco Rodríguez, “nos parece lamentable la imagen que esta semana hemos visto a través de redes sociales y medios de comunicación de un símbolo tan destacado de nuestra cultura y tan importante para millones de cristianos tirado en un vertedero, y lo consideramos una falta de empatía y respeto hacia quienes comulgan con la principal creencia religiosa de nuestro país”. En este sentido, el primer edil ha remarcado que “hemos efectuado la solicitud de la cruz de manera formal, garantizando hacernos cargo de todos los gastos del traslado para incorporarla a la ornamentación paisajística de nuestro pueblo y poder ofrecer a los vecinos un nuevo espacio de culto, paz y sosiego”.