El terremoto que se produjo el 3 de diciembre afectó a varias grietas existentes en el antecamarín o sala de la Inmaculada del Camarín de Nuestra Señora del Rosario Coronada. Esta circunstancia, sumada a las restricciones de reunión derivadas de la pandemia, han impedido el traslado de la Virgen del Rosario al Camarín desde el pasado mes de diciembre, permaneciendo, por seguridad, en el presbiterio de la Iglesia de Santo Domingo.
La Archicofradía del Rosario, velando por la conservación de esta joya barroca que los archicofrades del siglo XVIII construyeron con filial devoción a la Santísima Virgen, puso hace semanas en conocimiento de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía estos hechos. Un equipo de profesionales, expertos en la materia, está elaborando un informe que nos permitirá conocer las posibles soluciones a los diferentes problemas estructurales que presenta el citado antecamarín.
Tras el terremoto del pasado sábado 23 de enero y lo acontecido en la noche pasada (26 de enero), un grupo de hermanos de la Archicofradía ha comprobado el estado del recinto en ambas jornadas, no encontrándose, a simple vista, más daños. «Damos gracias a Dios porque la situación no ha llegado a mayores, pero seguimos poniendo en manos de la Santísima Virgen del Rosario Coronada nuestras oraciones. Esperamos y le rogamos que no permita que su Camarín, admirado por todos y que es de las mayores joyas de la arquitectura del barroco granadino sufra más adversidades. Igualmente ponemos en sus manos que la Archicofradía y todos los colectivos implicados puedan hacer frente a las obras de mantenimiento que necesita esta joya que desde 2013 se viene descubriendo a la ciudad y a todos los que la visitan. Debemos recordar que las cofradías «de gloria» son hermandades pequeñas que se mantienen exclusivamente de las pequeñas aportaciones de sus miembros. Son cofradías muy mermadas también ante la situación económica derivada de la pandemia y que no reciben subvenciones municipales de ningún tipo. Las cofradías de gloria son las que mayor patrimonio histórico-artístico atesoran en nuestra ciudad, y a la vez, las más desamparadas a la hora de afrontar la conservación y restauración de su patrimonio. Por desgracia, a la terrible situación sanitaria que sufre el país nuestra Archicofradía debe añadir este nuevo reto. Solo nos queda pedir a la Santísima Virgen del Rosario que no nos abandone y que vele por todos y por su Camarín, que es reflejo del amor que Granada le tiene desde hace siglos, y una de las muestras más espléndidas del arte barroco español».