NOTA PARROQUIA:
El 17 de enero, segundo domingo del Tiempo Ordinario, la Iglesia celebró la onomástica de San Antonio Abad, santo del siglo III que, habiendo perdido a sus padres, distribuyó todos sus bienes entre los pobres siguiendo el Evangelio que cierto día escuchó entrando en un templo y se retiró a la soledad de la Tebaida, en Egipto, donde llevó una vida ascética de oración y recogimiento. En nuestra diócesis, por ser el patrón de los animales, se celebra en muchos pueblos.
En Huéscar, la Hermandad de San Antonio Abad goza de mucho arraigo. Las ordenanzas más antiguas que se conservan son de 1666, fecha en donde se refundó dicha Hermandad. Aunque podemos deducir que estas no son las más antiguas, pues, según consta en el informe que el Licenciado Don Gregorio Malo de Molina remite a Toledo el 25 de noviembre de 1666, pide que se autorice dicha refundación usando estas palabras:
“En la Iglesia de Santa María de esta ciudad de Huéscar hay cuatro cofradías, la una es del Santísimo Sacramento, otra de María Santísima de los Remedios, otra de María Santísima de la Concepción, la otra del Glorioso San Antón Abad, que es la que se pretende fundar de nuevo, esta es de las más antiguas de dicha iglesia y se perdió y hoy no se haya su antigua fundación, y los que pretenden de nuevo fundarla lo hacen por la devoción que tienen al glorioso santo”. La Hermandad se ha mantenido viva, celebrando casi ininterrumpidamente hasta la actualidad su culto, aunque este año por la pandemia que estamos viviendo todo ha sido totalmente distinto.
Lo único que no se ha modificado este año han sido los actos religiosos, pues como cada año, el 8 de enero a las a la 7,30 de la tarde, comenzó la novena en honor a Antonio “El grande”. Dicha novena terminó el día 16 del mismo mes. Actualmente la novena sigue manteniendo la belleza de siempre, con esas coplas y el himno que se cantan en honor a San Antón.
Y el día de su onomástica, el 17 de enero, a las 10,00 de la mañana, por caer dicho día en domingo, tuvo lugar en la parroquia de Santa María la Eucaristía en honor a San Antón. Hasta aquí, he narrado todo lo que ha sido posible celebrar, siguiendo todas las recomendaciones que nos van indicando desde nuestra diócesis.
Pero este año, pasará a las actas de las historia de la Hermandad el no haber podido posesionar, a las 4 de la tarde, la sagrada imagen portada por los 24 hermanos que componen la Hermandad. No hemos escuchado los petardos, ni las tracas. Tampoco se ha llenado el ambiente de ese olor a pólvora. No ha habido rezos ni sones de la música tradicional, que acompaña el desfile procesional. Tampoco la comitiva ha pasado por la casa la casa del tesorero y de los otros hermanos. Al llegar a la Plaza Mayor no se ha podido tirar la gran traca bajo la mirada atenta de los hermanos y de los acompañantes.
La reunión que se celebra en la tarde del día de San Antón, en la que se tratan temas relacionados con la Hermandad y se presentan las cuentas, para que, una vez que estas estén claras y siguiendo el orden de la lista, el nuevo tesorero pueda tomar la tesorería y estar al frente de la Hermandad durante un año.
Igualmente, tampoco la Hermandad realizó la tradicional rifa del cerdo, el 8 de diciembre, festividad de la Inmaculada, como es tradicional.
Este domingo 24 se celebrará la Misa de aniversario en la que tomará posesión el nuevo tesorero. En situaciones normales, en ese día la Hermandad organiza una procesión claustral con San Antón, rezando en cada una de las puertas de la parroquia un responso por el eterno descanso de los difuntos de la Hermandad. Pero este año no podrá hacer tampoco esa procesión.