Tuvieron que pasar dos años sin que la Virgen de las Angustias saliera a la calle. O lo que es lo mismo, 18 meses desde que una imagen sagrada paseará por las calles de Granada. Fue Jesús de la Paciencia, en el víacrucis oficial de la Federación de Cofradías, la última que salió sobre unas andas. Ayer la Patrona de Granada, la Virgen de las Angustias, volvió a salir a la calle, y Granada la estaba esperando.
Eso si, no lo hizo en procesión, sino simplemente a las puertas de su templo. Por segundo año consecutivo, Granada se quedó sin ver la procesión de la Patrona de la ciudad. A las seis en punto cruzaba la puerta, donde el arzobispo, el alcalde y el hermano mayor encabezaban el recibimiento.
Recuerdos para los sanitarios, policías y personas que han trabajado durante la pandemia, y también para los que nos han dejado en el comienzo de la ofrenda, donde no faltó la música con la Banda de Música de Moraleda de Zafayona. El desfile de granadinos fue interminable, con una cuidada organización que hasta las 10,20 de la noche mantuvo a la Virgen en la calle.