La cofradía del Nazareno prepara la salida procesional de la imagen del Niño Jesús de Praga, imagen a la que desde hace ya unos años le da culto la cofradía, celebrando cada año en el mes de enero triduo en su honor.
La hermandad del Miércoles Santo comenzó a vincular a la imagen con su juventud, y cada último domingo de enero se celebra una función en su honor. En el programa ‘Sentir Cofrade’ de PTV GRANADA el nuevo hermano mayor de la cofradía, Enrique Ramírez, ha adelantado el deseo de la hermandad de procesionar la imagen, incluso, si fuera posible, en los próximos meses (tal vez en el mes de enero).
Este deseo de la cofradía debe terminar de ser consensuado con la comunidad de religiosas de las Carmelitas Descalzas, aunque todo indica que en un futuro muy próximo podría ser esta salida procesional.
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El Divino Niño Jesús de Praga es una imagen de cera de Jesús en su etapa infantil, que se encuentra en la Iglesia de Santa María de la Victoria y San Antonio de Padua, en la calle carmelita del barrio de Mala Strana de la ciudad de Praga. Es una imagen a la que se le profesa gran devoción en todo el mundo, existiendo copias del mismo en muchas ciudades, e incluso en algunas como Sevilla llega a salir en procesión.
Leyendas piadosas sostienen que la imagen del Santo Niño de Praga una vez perteneció a Santa Teresa de Jesús y es considerada una imagen milagrosa, especialmente entre las mujeres embarazadas. La imagen fue donada a los frailes Carmelitas en 1628 por la Princesa Polixena de Lobkowitz.
Se cree que la imagen fue tallada en España en el siglo XVI, y que pasaba de padres a hijos varones de la familia de los Condes de Treviño y Duques de Nájera (Manrique de Lara).
Fernando II, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, para manifestar su gratitud a Dios por la victoria alcanzada en la batalla de la Montaña Blanca, fundó en 1620, en la ciudad de Praga, un convento de Padres Carmelitas. La imagen fue regalada en 1628 a los carmelitas descalzos que regentaban el convento (actualmente la Iglesia de la Virgen de la Victoria), por la princesa Polixena de Pernestán, casada con el canciller del reino de Bohemia, Sidonio Adalberto de Lobkowitz.1 Ella a su vez había recibido la imagen como regalo de bodas de su madre, María Maximiliana Manrique de Lara y Briceño, Dama de la Corte de la Emperatriz María de Austria. La imagen, elaborada en cera, ha sido objeto de grandísima devoción hasta el momento presente, en que sigue recibiendo las peticiones de los fieles, teniendo una muy extendida fama de milagrosa. Durante el siglo XVII, sufrió diversos avatares, en el trascurso de los saqueos de Praga por tropas sajonas y durante la invasión sueca, en el trascurso de los cuales perdió los brazos, que hubieron de ser reemplazados por otros. La devoción a esta figura fue difundida en España y por todo el mundo por la orden de los Carmelitas.
La imagen del Santo Niño de Praga también ha recibido varias distinciones papales, entre ellas; el Papa León XIII, instituyó la Congregación del Niño de Jesús de Praga en 1896, el Papa San Pío X, organizó la Cofradía del Niño Jesús de Praga en 1913, y más recientemente, el Papa Benedicto XVI, donó una corona de oro a la imagen durante su visita apostólica a la República Checa en septiembre de 2009.
La Fiesta del Niño Jesús de Praga se celebra actualmente el primer domingo del mes de junio, y su imagen, se venera en un rico retablo dorado en la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria y San Antonio de Padua, no muy lejos de la Catedral de Praga. En la iglesia también se encuentra el Museo del Niño Jesús de Praga, en donde se exponen todas sus alhajas y sobre todo, sus mantos con trajes de otros colores litúrgicos, que cada cierto tiempo le son cambiados a la imagen.