Granada vivió la jornada del Martes Santo. Tristemente la lluvia no permitió a las hermandades de la jornada salir de sus templos, quedándose así vacía de hermandades las calles de la ciudad.
Granada vivió la jornada del Martes Santo. Tristemente la lluvia no permitió a las hermandades de la jornada salir de sus templos, quedándose así vacía de hermandades las calles de la ciudad.