Como un rito más de la Cuaresma granadina, la imagen de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas bajó en la jornada de ayer domingo desde el barrio del Albaicín al Realejo. Lo hizo desafiando la lluvia, que incluso obligó a que el rezo del víacrucis se realizara en el interior del templo. Una vez más fueron centenares de personas las que quisieron acompañar este traslado, uno de los momentos más esperados cada año en la Cuaresma de la ciudad.
La Hermandad del Rosario celebró función religiosa en el convento albaicinero de Santa Isabel la Real antes de emprender la bajada del Señor. Debido a la lluvia que caía sobre la ciudad a primeras horas de la tarde, se decidía posponer la bajada del Señor unos minutos, rezándose en el interior del convento de Santa Isabel la Real las estaciones del víacrucis. Luego, al desaparecer en gran medida el riesgo de precipitaciones, se hizo de un modo ágil el traslado. Cuando las puertas del templo se abrieron ya una multitud de personas esperaban en el exterior. Notable participación de hermanos en el cortejo que precedía las andas procesionales, iluminadas con típicos faroles granadinos, en las que aparecía la imagen de Jesús Caído. En el cortejo participó la consejera de Fomento de la Junta de Andalucía, Marifrán Carazo, que es heramana de la corporación.
Recordamos que el titular de la hermandad del Rosario permanecerá en el templo de Santo Domingo hasta la semana posterior al Domingo de Resurrección, cuando nuevamente regrese al Albaicín para quedar al cuidado de las monjas de clausura de Santa Isabel la Real.