Saldrá hoy en procesión.
Este 13 de junio, día de la Solemnidad de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, la parroquia del Santo Ángel Custodio celebró una Misa de Inauguración de una nueva Custodia y Capilla de Adoración Perpetua. La celebración contó con una numerosa presencia de fieles y estuvo acompañada por el Arzobispo de Granada, D. Javier Martínez.Junto a la presencia del Arzobispo de Granada, Mons. Javier Martínez, se encontraba igualmente el Vicario General de la diócesis, D. Francisco Espigares, cuya parroquia se haya vecina a la del Santo Ángel Custodio, además del vicario de la parroquia, D. Héctor Andrés Luna, y el párroco, D. Alejandro Grecco.
Todos ellos se congregaron a las 20:00, junto a una numerosa asamblea de fieles que abarrotaron la iglesia, para la inauguración de la que es ya la principal Capilla de Adoración Perpetua del barrio del Zaidín.
En un lateral del templo se encontraban los dos pasos en plata donados recientemente a la parroquia con la imagen de la Inmaculada Virgen de Luján, y otro en el que irá la nueva custodia. Ambos aguardan en el interior de la parroquia antes de su salida en procesión este sábado 15 de junio por la tarde, después de la Eucaristía de 18:00.
“CUANDO JESUCRISTO VIENE A NOSOTROS, EL CIELO ESTÁ EN NOSOTROS”
Durante su homilía, Mons. Javier Martínez, habló nutridamente del sentido de la Solemnidad de Jesucristo Sacerdote, partiendo del texto del Evangelio, en que Jesucristo hace su oración de sí mismo, como sacerdote verdadero, al Padre.
Cristo, que nos ha introducido ya en el Cielo, al decir de San Pablo, es quien ha permitido que en cada Eucaristía, “cuando cantamos el Salmo, estamos exactamente en la misma posición que los serafines, querubines y arcángeles, pues cuando Cristo viene al altar, el Cielo está en la tierra.
El Arzobispo recordó que no se trata así de condenar al mundo y ver que éste tiene problemas, sino que “los que estamos verdaderamente mal somos nosotros, los cristianos”, apuntó, pues “el mundo no tiene culpa de no haber conocido a Jesucristo”.
Contento por la inauguración, Mons. Martínez recordó a los fieles adoradores que la oración cristiana no ha de ser como la del fariseo, sino que debe de estar llevada por el deseo de amar al mundo como el Señor lo ama, para “poder amar a quienes te odian, sonreír a quienes te maldicen y poder abrazar a quienes se han apartado de ti con ese abrazo con el que Tú me abrazas a mí, que no soy digno, jamás, de recibirlo de Ti”.
Tras la bendición de la nueva custodia, que saldrá en procesión este sábado 15 de junio a las 19:10, los sacerdotes se dirigieron con el Santísimo a la nueva capilla de adoración, situada en un rincón del templo. Desde allí se procedió a la bendición de la capilla y se terminó invocando la intercesión de la Inmaculada Virgen de Luján.
Finalizada la Eucaristía, la asamblea de fieles se dirigió en fila a la capilla de adoración recién inaugurada y que estará a disposición de todos desde hoy mismo, especialmente para todos aquellos que quieran ofrecerse como adoradores.