Hace unos días se anunciaba que la Conferencia Episcopal iba a pronunciarse sobre la posibilidad de celebrar procesiones y en qué condiciones. Ayer, el portavoz de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, asegura que «no sería comprensible que la manifestación pública de la fe en la calle no pudiera realizarse ahora, fuera de la excepcionalidad del estado de alarma». Así lo ha señalado a una entrevista concedida al portal Religión Digital en la que hace balance de la actualidad de la Iglesia de España en estos tiempos de pandemia.
Hace unos días el presidente de la Conferencia Episcopal aseguró que ya preparan un protocolo «para que se puedan celebrar en breve» cultos externos, el portavoz señala que «la regulación de los actos en la calle la realizan ahora las Comunidades autónomas en relación con los Ayuntamientos. En la mayoría de España se ha suprimido la dimensión lúdico-festiva de las fiestas patronales». Por ello, apunta que «la Iglesia quiere celebrar la dimensión religiosa de esas fiestas. Los actos públicos, procesiones y romerías, según la regulación de cada Comunidad, son posibles guardando los protocolos de seguridad y de acuerdo con los Ayuntamientos. Vemos que, incluso en el estado de alarma, se han autorizado manifestaciones. No sería comprensible que la manifestación pública de la fe en la calle no pudiera realizarse ahora, fuera de la excepcionalidad del estado de alarma». Por ello, señala que se han dado «aislados malentendidos» respecto a la regulación del culto.
Así, durante estos días han salido a luz diferencias entre el criterio de la Junta de Andalucía y el presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), Fernando Rodríguez Villalobos, a la hora de realizar la jurisdicción sobre estos actos públicos.
Por su parte, el organismo regional aseguró públicamente que estas competencias que decidirán o no la vuelta de las procesiones o romerías recaerá exclusivamente en los Ayuntamientos, mientras que desde la federación de municipios son claros: los ayuntamientos «no son competentes» para este cometido.
Mientras tanto, recordamos que dos de las tres procesiones extraordinarias previstas para el próximo otoño en la capital granadina, las de las cofradías de Ferroviarios y Chías, ya han sido suspendidas por las propias hermandades.