La misa de imposición de ceniza y la entrega del nombramiento de pregonero a Fernando Díaz de la Guardia marcaron ayer el inicio de la Cuaresma en la capital granadina.
Aunque fueron muchos los templos donde se celebró la ceremonia de la imposición de ceniza, el acto principal tenía lugar en la Catedral, presidida la ceremonia por el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez.
Con un aforo reducido, no faltaron hermanos mayores y representantes de la Federación de Cofradías, en un acto que concluía con la entrega al pregonero de este año de su nombramiento. Aunque es tradicional que el pergamino se le entregue al pregonero en la sacristía catedralicia, este año el ceremonial ha cambiado, y se hizo en la misma Catedral al término de la misa. El arzobispo, y el presidente de la Federación, Jesús Muros, le entregaban a Díaz de la Guardia el pergamino con su nombramiento.
Además, también en la tarde de ayer el alcalde de la ciudad, Luis Salvador, recibía al pregonero en el Ayuntamiento de Granada, en compañía del presidente de la Federación de Cofradías.