Curso para los vecinos del municipio.
El Ayuntamiento de Cúllar Vega ha abierto el plazo para participar en un curso obligatorio que deben realizar todos los vecinos del municipio que quieran formar parte de la tradicional “Procesión de los petardos”, una fiesta declarada de interés cultural y tradicional por la Junta de Andalucía que se celebrará el próximo 1 de abril, Domingo de Resurrección.
Tal y como marca la ley, los culleros que quieran participar el en esta curiosa procesión del Domingo de Resurrección deberán acreditarse previamente realizando un curso de consumidor de artificios pirotécnicos para poder manipular los petardos que se le tiran al Niños Jesús Resucitado, del tipo “Tró de Bac” o ‘petardo trueno’. El uso de estos artificios pirotécnicos sólo es posible legalmente si la fiesta es declarada de interés cultural y tradicional, como es el caso, y si los participantes reciben la formación necesaria para tirarlos.
Para ello, el Ayuntamiento de Cúllar Vega ha organizado unas jornadas formativas que tendrán lugar el próximo 30 de marzo por la tarde en la Casa de la Cultura de la localidad. La realización de este curso es obligatoria para todo el que quiera participar en la Procesión de los Petardos, y el plazo de inscripción estará abierto hasta entonces.
Además, “todos los culleros que quieran formar parte de este evento podrán encargar sus petardos durante todos los viernes de este mes de marzo (9, 16 y 23) de 18 a 20 horas en el Cuerpo de Costaleros de Cúllar Vega, ubicado en la calle Pío XII número 4, en las antiguas escuelas”, explica el alcalde cullero, Jorge Sánchez.
Curiosa tradición
La procesión de los petardos de Cúllar Vega, como es conocida popularmente por los vecinos, se celebra cada año durante la Semana Santa, el Domingo de Resurrección. El día de antes, el Niño Resucitado pasa varias horas en la Casa del Mayordomo (un miembro de la hermandad que va rotando cada año, y para la que hay lista de espera). El domingo por la mañana, la imagen del Niño Jesús Resucitado, acompañada de la Virgen del Rosario, sale de procesión por las calles del pueblo, donde se hacen las famosas “reverencias” mientras los vecinos del pueblo tiran petardos, creando una enorme nube de humo.