Gran participación el pasado fin de semana.
Cada año se incrementa el número de personas que participan en esta romería que se iniciaba bien temprano cuando la Virgen salía de la iglesia parroquial de San Antonio de Jete para ascender hasta la Ermita de Nuestra Señora de la Cabeza de Bodíjar, parando en varios cortijos donde los romeros mostraron su devoción a la Virgen y tomaron viandas ofrecidas por los propietarios de los cortijos.
Ya entrada la tarde llegaba el momento del regreso de la Virgen a la iglesia de Jete, de donde partió.
En torno a esta imagen hay una curiosa leyenda: Un pastor, sobre 1500, en Bodíjar, se encontró debajo de un árbol una muñequilla y se extrañó y dice: “pues se la voy a llevar a mi niña”, la cogió y la metió en el zurrón que llevaba y cuando llegó a Jete, le dice a la niña: “mira, te traigo una muñeca que me he encontrado en el campo”, fue a abrir el zurrón y a sacar la muñeca, y la muñeca no estaba.
Volvió al otro día y volvió a encontrarse la muñeca en el mismo sitio y la volvió a meter dentro del zurrón y al llegar a Jete fue a dársela a la niña y la muñeca no estaba y así estuvo una semana, trayéndose la muñeca y la muñeca quedándose allí, hasta que él ya dijo: “esto no es normal, esto es algo raro”. Pues le dijo: “tú dirás lo que quieres, porque yo esto no lo veo bien, de que te quedes aquí, yo te lleve y vuelva y estés aquí”, y le dijo “yo soy la Virgen María y quiero que en mi nombre, en nombre de la Virgen de Bodíjar, se me haga aquí una ermita”. Desde entonces está la ermita.