GASTRONOMÍA. Sabrosa Cuaresma (I)

Hoy: receta de potaje de vigilia.

Abrimos, durante cada viernes de Cuaresma, una sección en nuestra web dedicada a la gastronomía propia de estas fechas. Semanalmente acercaremos datos sobre esta gastronomía que tan sustancial es también al mundo de las tradiciones y costumbres que rodean a la Semana Santa. Además, junto a esa información y datos históricos, también iremos rescatando distintas recetas propias de estas fechas y recomendaciones gastronómicas para disfruarlas.

Históricamente ha sido la Cuaresma periodo de ayuno, con la famosa prohibición de comer  carne, lo que hacía que el pescado, frío y puro, apareciera en la Edad Media para completar esta dieta rigurosa a base de sopa de aceite, pan y agua hasta pasar la Semana Santa. Aparecen así una serie de platos que la tradición ha mantenido con el paso del tiempo, como el bacalao con garbanzos, bacalao con tomate, dulces como las torrijas, los roscos o la leche frita…

En esta época tradicional de abstinencia era muy complicado conseguir pescado fresco y el bacalao, por su facilidad para salarlo y secarlo, se convirtió en un pescado muy popular por su fácil conservación y bajo precio. Aunque de “pescado para pobres”, pasó a estrella de la cocina con recetas típicas que todavía perduran.

En nuestra sociedad actual esta prohibición tiene un carácter más simbólico y tradicional, pero hasta hace bien poco era un periodo de abstinencia impuesta, que acabó marcando el que hoy en día podríamos decir “la Gastronomía en tiempo de Cuaresma”.

Hoy, abrimos esta sección con la receta del POTAJE DE VIGILIA:

ngredientes

  • 1 zanahoria
  • 1 cebolla
  • 4 dientes de ajo
  • 1 rebanada de pan
  • 100 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 1 vaso de agua
  • 500 g de garbanzos
  • agua para cubrir los garbanzos
  • 1 hoja de laurel
  • 1 cucharadita de comino molido
  • 1 cucharadita de pimentón dulce de la Vera
  • 350 g de bacalao
  • 200 g de espinacas frescas

 

Preparación

La receta comienza a prepararse el día anterior a su cocinado, cuando hay que dejar  en remojo el bacalao para desalarlo. Hay que cambiar el agua cada 10-12 horas (o usar directamente migas de bacalao). También hay que poner en remojo los garbanzos la víspera de la realización de la receta.

Ya el día que vamos a prepararla, escurrimos bien el bacalao y y los garbanzos; picamos la zanahoria, cebolla y ajos y, a la par, calentamos aceite en una cacerola. Cuando el aceite esté bien caliente se doran trozos de pan y luego, en ese mismo aceite, se pochan las verduras a fuego lento, hasta que estén doradas y blandas.

En otro recipiente ponemos las verduras pochadas y el pan frito, se triturar con una batidora y se le añade un vaso de agua hasta obtener un puré fino uqe luego se echa en la cacerola a la que se añaden los garbanzos escurridos y se cubre todo con agua añadiéndole una cucharadita de pimentón ycomino molido. Se deja cocer a fuego lento durante un par de horas hasta que los garbanzos estén tiernos.

Llega el momento de añadir ahora los trozos de bacalao y dejar hervir 10 minutos para que suelte el sabor y se ablande. Mientras, salteamos las espinacas en aceite y se añaden a los garbanzos.

Se sirve el potaje  muy caliente, acompañado de unos huevos cocidos y los cuscurros de pan frito.

Consejos

  • Se puede sustituir el bacalao por patatas y acelgas.
  • Tiempo  estimado de preparación: 2 horas y media.

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