Las cabalgatas de Reyes que en la tarde del 5 de enero recorren las calles de las ciudades tienen algo en común con las estaciones penitenciales y otras procesiones: se desarrollan por las calles de las ciudades y a su paso se agolpan miles de personas en las aceras.
Sabiendo esto, las medidas que se adopten la próxima Navidad podrían fácilmente extrapolarse a la Semana Santa. Por eso, bueno es saber que el Gobierno considera que las cabalgatas de Reyes no deberían celebrarse. Así lo recoge en el borrador ‘Propuestas de medidas de salud pública frente a la Covid-19 para la celebración de las fiestas navideñas’, al que ha tenido acceso este periódico. Según este borrador, la medida se justifica en que «suponen situaciones de elevado riesgo de transmisión por la elevada cantidad de asistentes, la intensidad del contacto y la dificultad para mitigar los riesgos asociados».
No obstante, la celebración de las cabalgatas no se prohíbe. El Gobierno recomienda que, en caso de llevarse a cabo, deberían adecuarse los desfiles a las medidas de prevención. Como alternativas el documento propone realizar cabalgatas estáticas en lugares donde se pueda controlar el acceso. En todo caso, las propuestas recogidas en este documento tendrán que ser valoradas por las comunidades autónomas.
Si cambiamos las fechas, pero la misma dinámica, podríamos pensar que esta próxima Semana Santa podrían montarse en los templos los pasos o altares de culto, haciendo recorridos seguros para acceder a los templos cumpliendo las normas de distanciamiento social y uso de mascarillas, controlando así el acceso. Precisamente esta idea es una de las que las hermandades y consejos de cofradías tienen sobre la mesa desde la reunión mantenida el pasado mes de septiembre en Antequera.