La diócesis celebró en Catedral el día de la Virgen de Guadalupe, Emperatriz de las Américas. Los cantos y trajes regionales de los hermanos latinoamericanos tiñeron de color esta celebración, que coincidió con el tercer domingo de Adviento, el “Domingo Gaudete” o de la alegría.
Ha sido el segundo año de esta convocatoria, nacida el pasado año de la amistad entre granadinos y algunas comunidades latinoamericanas de la diócesis. Se decidió entonces poner en marcha esta fiesta en el domingo próximo al día de la Virgen de Guadalupe, como Emperatriz de las Américas.
Si bien con los límites impuestos por las circunstancias sanitarias, la Eucaristía volvió a hacer vestir de color y alegrar con cantos a las decenas de fieles presentes en la Misa. El deán de la Catedral, D. Eduardo García, fue en esta ocasión el encargado de presidir la celebración.
García hizo de la luz y la visión el motivo de su predicación, puesto que la fe es también “ver la verdad de las cosas con una luz nueva”. El Evangelio alusivo al testimonio de Juan el Bautista, que siempre está señalado que la Luz no es él mismo. “También nosotros hemos sido ungidos con el Espíritu Santo, que es esa luz, esa vida de Dios que está dentro de cada uno de nosotros. La luz que lo ilumina todo, la luz que nos hace ver que verdaderamente tenemos motivos de alegría”, dijo el deán.
Una luz que ilumina todo, también los ojos de Nuestra Señora de Guadalupe, como recordó el deán, y dentro de los cuales estamos todos como hijos suyos. Hijos procedentes de Venezuela, Méjico, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Paraguay… y más países latinoamericanos, reunidos para orar por la santidad de todos los fieles hispanoamericanos, por la paz en América y por el respeto a las comunidades indígenas de América.
Concluida la celebración, con ese colorido y esa alegría propicia al momento, los fieles hispanos entonaron juntos el himno a “La Guadalupana” y siguieron por un rato cantando más canciones tradicionales de Latinoamérica.