Armando Ortiz seguirá de hermano mayor en Las Maravillas

Ayer celebraba elecciones a hermano mayor la cofradía de Las Maravillas. Solo un candidato concurría al proceso, el hasta ahora hermano mayor de la corporación Armando Ortiz, quien obtuvo la mayoritaria confianza de los hermanos de la cofradía para seguir en el cargo.

52 hermanos ejercieron su derecho al voto obteniendo la única candidatura que concurría al mismo, encabezada por el actual Hermano Mayor D. Armando Javier Ortiz García que optaba a la reelección, el apoyo de 49 de ellos. Otros tres votos fueron en blanco. 

Este es el programa con el que el candidato ha ganado estas elecciones:

1. INTRODUCCIÓN

Una vez más nuestra Hermandad, cumpliendo sus Estatutos, ha convocado elecciones a Hermano Mayor para los próximos cuatro años, en las que como viene siendo habitual esperamos y deseamos contar con una alta participación de los hermanos. En una situación tan especial como la que estamos atravesando, y después de haber completado el mandato que acaba de terminar al frente de la misma como Hermano Mayor, he decidido volver a presentarme a esta reelección con enorme ilusión y vocación de servicio, asumiendo el compromiso que como hermano creo que me corresponde en estos momentos. No cabe ninguna duda que dadas las circunstancias actuales en las que nos encontramos, y después de dos Semanas Santas seguidas sin poder realizar Estación de Penitencia por la pandemia de la covid-19, nuestra hermandad, al igual que todas las demás, han atravesado y aún continuamos haciéndolo, un periodo de dificultad y de incertidumbre como nunca antes se había vivido. No obstante, ahora más que nunca, nuestra obligación es seguir mirando al futuro con esperanza y optimismo, deseando que todo esto pase muy pronto a formar parte de nuestra memoria tanto individual como colectiva, y que de algún modo esta triste experiencia nos pueda servir como enseñanza de vida y banco de aprendizaje, que la podamos convertir en un potente revulsivo y en un ilusionante incentivo para seguir afianzando nuestras fortalezas, pero que al mismo tiempo nos pueda servir para superar y abordar sin complejos nuestras debilidades y así continuar trabajando para hacer entre todos una gran Hermandad como siempre lo ha sido y debe seguir siéndolo. En definitiva y por todas estas razones, estoy plenamente convencido de que el trabajo a desarrollar en estos próximos cuatro años como Hermano Mayor debe ir encaminado fundamentalmente a:

– Fortalecer el fiel compromiso con nuestra fe bajo el seno de nuestra Santa Madre Iglesia.

– Mantener una actitud de servicio permanente a la Hermandad y por lo tanto a los hermanos.

– Hacer de nuestra Hermandad un verdadero espacio para vivir y experimentar nuestra fe bajo un verdadero espíritu de convivencia cristiana. – Potenciar y acentuar en todo momento los tres pilares básicos en los que debe sustentarse la vida de la hermandad, el culto, la caridad y la formación. –

Poner siempre en el centro de nuestra acción al hermano.

2. LAS PROPUESTAS

A continuación paso a presentaros las propuestas que en estos momentos en los que nos encontramos, después de un análisis meticuloso y de una reflexión profunda –incluida lógicamente la autocrítica– de estos cuatro años de experiencia me gustaría pasar a exponeros, dejando siempre claro que estas propuestas están recogidas en cuatro líneas principales y que desde mi punto de vista personal me parecen esenciales abordar en este próximo periodo.

– Una primera línea incluye todo lo relacionado con la vida interna de la hermandad, cultos, relación con los hermanos, caridad, formación, juventud, acólitos, costaleros, etc.

– Una segunda línea que tiene que ver en todo lo relacionado con el régimen Económico de la hermandad.

– Una tercera línea que pretende recoger los principales proyectos relacionados con nuestro patrimonio a desarrollar durante estos cuatro años.

– Y por último una cuarta línea que tiene que ver con la comunicación y con nuestras relaciones externas siempre dentro del ámbito de la Semana Santa como sería la Real Federación de Cofradías, con otras hermandades, las instituciones, bandas de música, etc.

3.EN CUANTO A LA VIDA INTERNA DE LA HERMANDAD

Este ha sido siempre, y lo sigue siendo aún mas hoy, la parte más sustancial e importante de mi proyecto de Hermandad, y en el que deseo sustentar todo el esfuerzo y dedicación, porque necesitamos ahora más que nunca una Hermandad viva. Para ello debemos ser conscientes de que sin fortalecer y crecer en nuestra vida interna nunca podremos hablar de una verdadera ni de una gran Hermandad, ella es la base de nuestra vida espiritual, que solo alimentada por nuestra fe en el seno de nuestra Madre Iglesia es realmente posible. Nuestra principal fortaleza no cabe duda es nuestra Fe, al igual que la defensa de nuestros valores religiosos en el seno de la Iglesia y sentirnos orgullosos de formar parte activa de ella, solo así podemos conseguir que nuestros cimientos sean firmes, solidos y permanentes en el tiempo. En este aspecto debemos siempre tener en cuenta que nuestra Hermandad debe desarrollar su ámbito de actuación principal en nuestra Parroquia junto a nuestros párrocos y consiliarios como prioridad indiscutible, caritas diocesana parroquial debe ser un ejemplo de ello, así como la participación más amplia posible en misas, cultos, charlas cuaresmales, retiros espirituales, Triduo Pascual, etc., que en ella tienen lugar durante el año. Por otro lado debemos en todo caso cuidar al máximo nuestro culto público, una de las razones de ser de nuestra Hermandad, es decir nuestra Estación de Penitencia, para que esta sea en todo momento una expresión ejemplar de nuestra fe, que en todo caso deberá ser un fiel reflejo en la calle de la Hermandad que somos y representamos, cuidando siempre de dotar a esta de la mayor dignidad posible. En cuanto a nuestros cultos internos propiamente dichos hay que resaltar la importancia que los mismos tienen para la vida de la Hermandad. Precisamente este tiempo que hemos atravesado sin estaciones de penitencia, sin cabildos, etc., nos ha servido para darnos cuenta de lo importantes que son en el buen discurrir de la misma, ya que como ha quedado demostrado, han sido realmente el único elemento aglutinador y de participación de los hermanos durante este tiempo de pandemia, y que han permitido de algún modo mantener viva la idea de pertenencia y compromiso con la Hermandad en estas circunstancias tan adversas, igualmente importante ha sido fomentar esta participación con la actividad y el trabajo que han desarrollado las propias priostías como elemento dinamizador y movilizador.

Por lo tanto en este apartado, como ya se ha apuntado antes, nunca será suficiente el esfuerzo por generar entre los hermanos la responsabilidad y la importancia de potenciarlos al máximo con su participación y asistencia, ya que este pilar constituye el eje fundamental de nuestra vida cristiana y nunca será suficiente nuestra disposición al encuentro con Dios, que es donde radica toda nuestra fuerza y donde se sustenta el verdadero potencial de una Hermandad. Cabe recordar en este aspecto la importancia que debemos dar al hecho de ser una Hermandad Sacramental, anteponiendo el culto al Santísimo a cualquier otro. Debemos por tanto potenciar y proponer un culto específico al Santísimo Sacramento en nuestra programación ordinaria anual y con este único carácter. Nuestros cultos están claramente recogidos en nuestras reglas y estatutos, y en este sentido, no quiero dejar pasar de recordar que además de eso, nuestro carácter y titulo Sacramental nos compromete aún más en este sentido, somos herederos de una Hermandad Sacramental destinada a dar culto al Santísimo Sacramento del Altar desde que fue erigida en 1663 por bula del propio Papa Alejandro

Las hermandades actualmente deben afrontar un profundo proceso de restructuración en el seno de las Juntas de Gobierno que deben orientar su gestión en primer lugar hacia las personas, es decir los hermanos, y en segundo lugar hacia la gestión de los recursos materiales. Debemos por tanto trabajar con las familias y conocer en profundidad a los hermanos y sus realidades sociales y económicas. Ese y no otro debe ser el punto de mira para encauzar el trabajo en los años próximos, teniendo presente, y vuelvo a recalcarlo, que el centro de nuestra actuación debe ser siempre el hermano. Nunca será suficiente todo el esfuerzo que hagamos a favor de ellos en todos los sentidos, atendiendo sus necesidades y debiendo fomentar su participación y su sentido de pertenencia a la Hermandad, su utilidad dentro de ella, la necesidad de estar al servicio de la misma para todo aquello que se nos requiera, y a la vez fomentar la unidad entre todos huyendo de cualquier consideración que no vaya dirigida a los fines propios que perseguimos.

En esta misma línea debemos de realizar un importante esfuerzo en la captación de nuevos hermanos así como la integración plena e inmediata de los mismos en la vida y el conocimiento de la hermandad, para ello será totalmente necesario el nombramiento y la capacitación de una persona dedicada única y exclusivamente a este cometido. Debemos ante todo ser capaces de saber transmitir como elemento de vital importancia que la pertenencia a la Hermandad no es solo un requisito para participar en la Estación de Penitencia, ¡la Hermandad es mucho más! y para ello es necesario trabajar para que cada hermano sienta que forma realmente parte de la misma y pueda de esta forma considerarse completamente integrado en ella. En esta misma línea me gustaría también aquí hacer una mención especial a los costaleros –algunos de los cuales ya son hermanos– en el sentido de abordar una reestructuración profunda y decidida que nos permita hacer entre ellos el mayor numero de hermanos posibles e incorporarlos como miembros de pleno derecho a la Hermandad, ya que representan un activo importante y un gran potencial en cuanto a ideas, compromiso y juventud, de tal modo que podamos sentirnos orgullosos de poder contar con su total implicación en la vida de la Hermandad, y todo ello con la pretensión de que puedan sentirse en comunión y unión como un solo cuerpo de costaleros, sin tener en cuenta su condición de pertenencia al Misterio o al Palio, considerando por tanto la necesidad de que todos ellos tengan y les una un mismo espíritu, de tal modo que constituyan un perfecto engranaje para el buen funcionamiento de las cuadrillas y del cuerpo de capataces.

Para tal fin necesitamos igualmente una figura potente encargada de la captación, coordinación y portavocía para con la Junta de Gobierno y el resto de hermanos, que implique, y a la vez desarrolle, el enorme potencial que el movimiento costalero puede representar en el seno de nuestra Hermandad. Por lo tanto es fundamental constituir una Junta de Gobierno capaz de cumplir con los objetivos y retos actuales, y para ello es necesario que todos los componentes de la misma, sin excepción, se comprometan firme, clara y decididamente en la acción de gobierno con plena responsabilidad en el cargo de sus funciones como acto de servicio, anteponiendo siempre los intereses de la Hermandad a cualquier otro. En esta misma línea los cargos asignados de responsabilidad, como puedan ser los cuerpos de capataces y sus equipos de trabajo, deberán estar igualmente comprometidos al máximo con la acción de la Junta de Gobierno y los fines y actividades propias de la Hermandad. Este ha sido siempre, y lo seguirá siendo, mi principal proyecto: ¡HACER HERMANDAD!

En cuanto a la Caridad, y la reciente experiencia de la pandemia así nos lo ha demostrado, es hoy día un pilar fundamental en la acción de cualquier hermandad, en nuestro caso, el trabajo tan importante que se viene desarrollando en el seno de Caritas Parroquial así lo atestigua, y nos confirma a la vez que gran parte de nuestros esfuerzos deben ir dirigidos en este sentido. De la misma forma otra línea de trabajo seguirá siendo nuestro compromiso –surgido de nuestro 75 Aniversario– con la Fundación AMARANTA, también con gran implicación de nuestra actividad de caridad y que deberá en todo caso continuar con el mismo nivel de actuación que hasta ahora se ha venido desarrollado. En todos estos aspectos no solo debemos tener en cuenta el carácter económico que ello representa, sino también a las necesidades de acompañamiento que ello conlleva a las personas necesitadas, tratando en todo momento de humanizar cualquier acción que acometamos en el abordaje de las carencias de cualquier aspecto de la vida, como puede ser el de la soledad, la enfermedad, el aislamiento social, etc. Estos serán sin lugar a dudas en el futuro los ejes principales en los que se basarán nuestro compromiso y líneas de actuación en Caridad de nuestra Hermandad.

El tercer pilar de nuestra vida interna, estará dirigido a la Formación tanto individual como colectiva, entendida esta en un amplio sentido religioso y cofrade, abarcando este último los aspectos históricos, culturales y artísticos. Hoy día la formación debe ser un pilar fundamental que como cristianos y cofrades debemos auto-exigirnos, ya que sin ella nuestras creencias no tendrían una base solida y necesaria par defenderlas, reivindicarlas y revalorizarlas, y para ello, es de todos conocidos que desde la misma Parroquia, por nuestros párrocos y consiliarios, se viene realizando un importante esfuerzo en la formación religiosa, de liturgia y de caridad durante todos los meses dentro de una programación ya consolidada por la que debemos apostar y a la vez enriquecer con nuestra participación y asistencia. La formación cofrade será igualmente objeto especial de atención para esta legislatura apostando por una programación definida al principio del curso cofrade con actividades que despierten el interés de la mayoría de los hermanos y que se deberán dar a conocer en la programación anual por la vocalía correspondiente. Y aquí me gustaría volver a resaltar la importancia de los nuevos hermanos, para los cuales debemos de establecer los canales adecuados de integración y formación en el seno de nuestra Hermandad, responsabilidad que recaerá en todos pero muy especialmente en la persona que se capacite igualmente para esta función exclusiva y en la que basará todo su esfuerzo.

Una parte importante en este apartado de la vida interna de la hermandad son los niños y los jóvenes. Nunca me cansaré de resaltar la importancia que los niños y los jóvenes representan hoy en las cofradías y que a estas alturas nadie puede poner en duda por todo lo que ellos representan. No obstante, también en este sentido debemos hacer autocrítica desde el punto de vista de no encontrar la formula ideal para que, en la mayoría de las ocasiones, se puedan sentir importantes e integrados en el seno de nuestras hermandades, a la vez que podamos acrecentar en ellos la idea y la necesidad de adquirir un gran sentido de compromiso y responsabilidad junto a la importancia crucial del valor del esfuerzo y del trabajo en el desarrollo de la vida diaria de ellas, ya que sin estos condicionantes el futuro de nuestras hermandades no podrá nunca estar asegurado. En ellos, en nuestros jóvenes y niños, debemos depositar nuestra confianza y asegurarle un espacio y una responsabilidad que sin lugar a dudas se merecen. Mención especial merece el cuerpo de acólitos, no solo en cuanto a su participación en las estaciones de penitencia, sino en cuanto a su formación litúrgica y a su capacitación en el servicio del altar durante cultos y celebraciones, todo un trabajo por delante que debemos y podemos desarrollar.

Por último, me gustaría recordar aquí, que dinamizar la vida de hermandad es pensar que todos tenemos un sitio en la misma como hermanos y que en ella todos debemos participar de forma activa, plena y satisfactoria. Para ello no debe de bastarnos con la voluntad y la predisposición solo de aquellos que por iniciativa propia así lo hagan, sino que también es obligación de la Junta de Gobierno y de cada uno de nosotros el facilitar, acoger y potenciar esta participación de todos los hermanos.

4. EL VALOR DE LA ECONOMÍA EN LA HERMANDAD

Actualmente la economía de las hermandades ha entrado en una dimensión distinta a la que hasta ahora tenían y conocíamos, durante la legislatura que hemos terminado se han establecido las bases necesarias para que nuestra hermandad esté ya inscrita en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia de pleno derecho –algo que era ya estrictamente necesario y obligatorio– para dotar a la misma de una total legalidad jurídico-administrativa a la que todas las hermandades estamos obligadas en la actualidad, y en este sentido podemos tener la tranquilidad de que nuestra Hermandad cuenta ya con todos los requisitos necesarios para acometer los nuevos retos que la sociedad y legalidad actual nos demanda. Pero esto, no lo olvidemos, lleva implícito una nueva forma mucho más compleja de gestionar los recursos económicos y materiales, con un rigor exhaustivo en la elaboración y gestión del capítulo de presupuestos y el de los gastos, teniendo que recurrir –en esta materia– incluso en muchas ocasiones a la consideración de algún profesional en esta actividad, que en nuestro caso ha podido ser solventada con éxito por el inestimable trabajo y dedicación del equipo económico de la Junta de Gobierno que acaba de finalizar este mandato.

En base a todo lo anteriormente relacionado debemos ser conscientes de que la Hermandad necesita de cara al futuro inmediato establecer un Plan determinado de recursos económicos estables y una valoración adecuada de las inversiones a realizar en el tiempo. De la misma forma debemos ser capaces de transmitir a todos nuestros hermanos la necesidad de generar recursos para seguir desarrollando la acción de caridad, elaborando una memoria de la misma así como valorar el impacto que nuestra actuación tiene en la sociedad a la que va dirigida, así como resaltar la importancia del valor de las cuotas para el desarrollo normal de la Hermandad y el de los proyectos que se deseen abordar.

Debemos por tanto apostar por formulas imaginativas para generar una dinámica de crecimiento positivo en este sentido, sin olvidar que todo esto solo será posible de forma mantenida si somos capaces de aumentar considerablemente el numero de hermanos, y para ello, todos seremos necesarios.

5. LOS PROYECTOS A DESARROLLAR

En los próximos cuatro años nuestra Hermandad debe acometer los proyectos ya comprometidos y plantearse a la vez otros de menor calado que la parcela económica permita, siempre y cuando los hermanos así lo decidan, puesto que nunca podemos olvidar que son ellos, con su participación y toma de decisiones en los cabildos, los que en última instancia aprueban los proyectos que deberán ser acometidos a propuesta de la Junta de Gobierno.

En este sentido, de todos es sobradamente conocido, nuestro Proyecto de las figuras secundarias del Misterio aprobado por la gran mayoría de los hermanos en un Cabildo Extraordinario, este proyecto debe tener continuidad durante estos próximos 4 años teniendo en cuenta siempre la disponibilidad económica y la temporalidad de su realización, para ello deberá establecerse un plan económico que lo haga viable con fórmulas ágiles e imaginativas. Para esta misión deberá crearse la figura de un responsable de este proyecto que pueda llevar adelante su desarrollo y ejecución con los parámetros ya establecidos.

– La publicación del libro de la Historia de la Hermandad será otro de los proyectos a desarrollar en este periodo aprovechando la disponibilidad de recursos que la Junta de Andalucía ha puesto a disposición de las hermandades para financiar actividades culturales y que es posible pueda llevarse a cabo antes de la finalización del presente año 2021 –sin coste alguno para la Hermandad– ya que los gastos de su publicación han entrado dentro del proyecto global que en este sentido la Real Federación lidera y auspicia para todas las hermandades de Granada.

– En cuanto al Patrimonio de la Hermandad decir que se establecerá una relación priorizada de elementos esenciales del mismo susceptibles de restauración y mejora, para aprovechar igualmente los recursos que cada año se ponen también al servicio de las hermandades por parte del Área de Patrimonio de la Junta de Andalucía, y al que optaremos como una posibilidad real más. Este sería el caso por ejemplo del techo y las caídas del palio, la saya del Cordero de Dios o el del frontal de altar donado a la Hermandad por la Duquesa de Lécera entre ellas, así como cualquier otro elemento de nuestro patrimonio que ostente por su condición e importancia las bases y los requisitos necesarios para tal fin.

– Estudio de las propuestas de mejora de nuestro Reglamento de Régimen Interno. En este apartado son muchos los aspectos no recogidos en el mismo y que son del todo necesarios tener claramente definidos para el buen desarrollo de la vida diaria de la Hermandad. Para ello también se hace necesario nombrar un responsable de dicho cometido que pueda dedicarse a la elaboración de las propuestas adecuadas para que estas puedan ser sometidas a la valoración de la Junta de Gobierno y a la aprobación definitiva en su caso por los hermanos en Cabildo.

– En otro orden de cosas debemos valorar la necesidad de una nueva parihuela de madera para el paso de palio de forma que permita el menor deterioro de los respiraderos y demás elementos del mismo que sobre ella se sustentan.

– De la misma forma deberemos continuar, dentro por supuesto de las limitaciones de la propia economía, con las labores de mantenimiento y restauración de enseres que por su uso así lo necesiten y que igualmente forman parte de nuestro importante patrimonio.

6. COMUNICACIÓN Y RELACIONES EXTERNAS E INSTITUCIONALES

Resulta evidente que las hermandades no vivimos y nos desarrollamos aislada e individualmente, todo lo contrario, formamos parte de una sociedad en la que estamos inmersos, y esto conlleva a la vez una buena política de comunicación y todo un conjunto de compromisos y de relaciones sociales e institucionales que merecen toda nuestra atención y consideración. En el aparatado de la comunicación no cabe duda de que hoy día las nuevas tecnologías, –redes sociales, etc.– su uso correcto y acorde con los fines a los que van destinados constituyen una herramienta esencial, ágil y dinámica para el desarrollo de una mejor y más rápida información, así como para la gestión y planes de mejora en todos los sentidos. Es por tanto necesario dotar a la Hermandad de la infraestructura necesaria para que todo ello sea posible. En este capítulo de cosas entrarían la constante mejora de la página web y la de los programas que faciliten la gestión de los hermanos y de los recursos. En el apartado de relaciones, ni que decir tiene aquí que, la Curia Diocesana, a la que pertenecemos por derecho y por la que nos regimos, debe ser en todo momento el primer y más claro referente para nuestra actuación, siguiendo siempre y en todo momento las directrices de ella emanadas.

En esta misma línea la Real Federación de Hermandades y Cofradías a la que pertenecemos y en la que estamos integrados exige por nuestra parte unos compromisos ineludibles y que deberán estar siempre presentes en nuestras actuaciones. De otra parte debemos en todo momento prestar especial atención a las relaciones con otras hermandades, a las instituciones, como es el caso del Excmo. Ayuntamiento de Granada, la Diputación Provincial, el Decanato de Jueces, o cualquier otro organismo o entidad que así lo requiera como pueden ser las Bandas de Música y que en todo caso deberán de gozar de especial atención por nuestra parte, tratando en todo momento de establecer una colaboración activa, dinámica y de buenas relaciones con las mismas. Para ello será necesario la elaboración de protocolos específicos así como dotarnos de un manual de estilo que enriquezca nuestro propio Reglamento de Régimen Interno.

7. CONSIDERACIONES FINALES

– Pedir a todos los hermanos su participación como miembros activos y responsables en las próximas elecciones del día 25 de junio del 2021 depositando su voto para quien considere libremente que debe ser la persona encargada de asumir la responsabilidad en el cargo de H.M., cualquier decisión en este sentido no dudéis en ningún momento de que fortalecerá la grandeza de nuestra Hermandad y el espíritu de comunión en el seno de la misma.

– Ponerme a disposición como siempre de los hermanos para cualquier aspecto que consideren oportuno sobre mi presentación a la reelección o para los temas expuestos en este proyecto, podéis lógicamente hacerlo personalmente o bien a través de mi correo electrónico armandojortiz2008@gmail.com en cualquier momento. Deciros que siempre podéis contar conmigo como hermano en cualquier circunstancia o momento, ocupe el lugar que sea o me corresponda en el servicio a nuestra Hermandad.

Quisiera desde aquí agradeceros a todos vuestra confianza y cariño en estos cuatro años que he tenido el orgullo de ser vuestro Hermano Mayor, a todos los miembros sin excepción que han formado parte de la Junta de Gobierno saliente, y como no a todos los hermanos que sin formar parte de ella han aportado su trabajo, esfuerzo, tiempo y disposición a que esta hermandad siga creciendo y mejorando. Igualmente solo puedo tener palabras de agradecimiento a mis dos anteriores HH.MM., a D. Alfonso García 16 López Checa y D. Juan Vicente Gómez Rodríguez por su cariño, estimulo y disposición a seguir aportando a esta hermandad todo su buen hacer y saber, al mismo tiempo que haber seguido enseñándome que lo más importante es mantener la actitud de servicio a la Hermandad que ellos han mostrado siempre. Gracias. Pediros por último que os sintáis orgullosos en todo momento de pertenecer a esta gran Hermandad, que siempre ha estado y estará, al servicio de Dios y de sus hermanos, y pedir a nuestros amados Titulares, Jesús de la Sentencia y María Santísima de las Maravillas, que nos ayuden en esta nueva etapa para que entre todos seamos dignos de recibir sus bendiciones y eternos favores.

Un fraternal abrazo y mi más profunda consideración a todos. Muchas gracias

Fdo. Armando Javier Ortiz García

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