La cofradía de Jesús Cautivo celebraba ayer su cuarenta aniversario con la celebración de un rosario vespertino con la imagen de María Santísima de la Encarnación.
La dolorosa salía del interior de la capilla de su convento a las cinco de la tarde. A esa hora muchas personas se daba cita en torno a la plaza de la Universidad, lugar donde la dolorosa hizo visita a la cofradía de Los Estudiantes. No fue el único gesto que tuvo, ya que también fueron giradas sus andas al llegar al Perpetuo Socorro o en San Juan de Dios.
Subió hasta los Jardines del Triunfo, con visita al monumento de la Inmaculada y al convento de los Capuchinos, donde reposan los restos de Fray Leopoldo de Alpandeire.
Con el acompañamiento musical de la banda de D´úrcal, y formando en el cortejo algo más de una veintena de hermanos con cera, el cortejo llevó un lento discurrir que lo tuvo en la calle hasta pasadas las nueve de la noche.