María Santísima de la Amargura Coronada, vestida para el mes de noviembre.
Se presenta la sagrada imagen con su tradicional terno negro del siglo XIX. Completado por una mantilla negra y en su rostro encaje dorado. Sardineta y corona de plata de ley dieciochesca. Pañuelo en sus manos, labor conventual de principios del siglo XX. Puñal de plata sobredorada con granates, joyas de azabache, plata y oro, ofrenda de sus devotos y venera de Comendadora Mayor. La media luna a sus pies subraya su condición de siempre inmaculada.