Un grupo de personas voluntarias de todas las edades del municipio granadino de Cúllar Vega, pertenecientes a Cáritas, ayudará a las familias más necesitadas del pueblo vendiendo roscos, pestiños y galletas de coco elaboradas por ellas mismas.
Todo el dinero recaudado se destinará íntegramente a ayudar a estas familias para pagar recibos de luz y agua, alquiler, alimentos de primera necesidad o ropa.
Como vienen haciendo desde hace más de dos décadas, estos voluntarios de Cúllar Vega (la gran mayoría, mujeres) han preparado con esmero durante los últimos días estos dulces típicos, para después venderlos al público y recaudar así la mayor cantidad de dinero posible. Y es que, en esta localidad, ya se ha convertido en toda una tradición que las voluntarias vendan sus postres en la antesala de la Semana Santa cullera.
Desde hoy y hasta el próximo 31 de marzo, todo aquel que quiera colaborar con esta buena causa puede dirigirse a la conocida como Casa Parroquial, situada en la calle Iglesia, s/n.
Entre 20 y 80 años
La edad de las personas voluntarias oscila entre los 20 y los 80 años, e incluso gente de otros pueblos de la provincia y de fuera de ella vienen a degustar los dulces solidarios que con tanto cariño preparan.
El alcalde de Cúllar Vega, Jorge Sánchez, destaca “el extraordinario trabajo que llevan a cabo este grupo de hombres y mujeres de nuestro municipio para ayudar a los vecinos con menos recursos”.
“Son muchos los culleros que, además de comprar los dulces, colaboran con ellos llevándoles los ingredientes que necesitan, como la leche, los huevos o la harina. De este modo, parte de los gastos se reducen y todo el dinero puede dedicarse a este fin benéfico”, explica el primer edil.
Sánchez anima a todos los vecinos de Cúllar Vega “a colaborar con esta buena causa”, y confía en que este año se pueda recaudar la mayor cantidad de dinero posible para ayudar a quienes peor lo están pasando.