Como cada segundo viernes de Cuaresma la Federación de Cofradías celebraba en la noche de ayer el víacrucis oficial. Este año el mismo estuvo presidido por la imagen de Jesús Cautivo, retomando el acto su normalidad después de la lluvia del pasado año y la pandemia del anterior.
Pasados algunos minutos de las siete de la tarde salía del convento de la Encarnación la imagen de Jesús Cautivo, que en menos de una hora recorrió algunas calles de su barrio para llegar a las naves catedralicias. Pasó por la calle Santa Paula, en un cortejo ágil que solo se ralentizó ya en las proximidades de la Catedral.
En la puerta del templo principal de la Catedral esperaba el arzobispo, monseñor Gil Tamayo, quien rezó las catorce estaciones del víacrucis junto a los cofrades granadinos mientras Jesús Cautivo recorría las naves del templo. Luego, abandonó la Catedral y pasadas las diez y media de la noche llegaba al convento de la Encarnaci´ón. En el cortejo participó la Federación de Cofradías, numerosos hermanos mayores así como un nutrido grupo de hermanos y devotos.