La hermandad del Santo Crucifijo de San Agustín, ha recibido la donación de una nueva obra musical, dedicada a Nuestra Madre y Señora de la Consolación.
Se trata de una composición para cuatro voces mixtas con acompañamiento de trío de capilla (clarinete, oboe y fagot), compuesta por Rubén Jordán Flores y donada por dos hermanos.
Inspirado en las lamentaciones de Jeremías, el compositor lleva toda la carga emocional de la destrucción de Jerusalén al corazón de María, desconsolado ante el destino inevitable de quien será, con su sacrificio, luz para el mundo. Así, en estas tres piezas, llamadas “Tres Lamentaciones”, presenta tres lágrimas de María, como si de tres caídas de su corazón se tratara, en forma de música.
Una composición en tres movimientos para acompañar el caminar de Nuestra Madre y Señora cada Lunes Santo.
El toledano Rubén Jordán Flores, cursó sus estudios de Saxofón en el Conservatorio Profesional “José Tomás” de Alicante, y Composición en el Conservatorio Superior “Óscar Esplá” de Alicante. En su currículum cuenta con la especialización en dirección sinfónico – coral, máster en musicología y máster en filosofía y religión según Joseph Ratzinger.
Dentro de su dilatada experiencia profesional, destaca su trayectoria en la Fundación Antonio Gala como tutor y como compositor.
En el corpus procesional de Rubén, podemos encontrar algunas marchas para nuestra Semana Santa, como “Virgen del Darro” dedicada a María Stma. de las Maravillas, o “Señora de San Matías” dedicada a María Stma. de las Penas, es el autor de marchas como “Bajo tu Amparo”, “Madre de los Javieres” o “Sé siempre nuestra Esperanza” entre otras.
En el género de música de capilla, Nuestra Madre y Señora de la Consolación cuenta con tres de sus composiciones propias: “Reina y Abadesa de Granada” (2016) , “Consolación, Madre y Señora” (2017) y “Consolación Franciscana” (2019).
Esta nueva obra de Rubén aúna la polifonía coral junto a los sones de capilla musical para su interpretación durante la Estación de Penitencia.
La hermandad del Cristo de San Agustín, acoge con alegría esta nueva donación, y agradece a estos hermanos sus esfuerzos y desvelos a mayor honor y gloria de la Bienaventurada Virgen María, la Mujer que con su sí, cambió el destino de la humanidad y es Consuelo para Granada.