NOTA HERMANDAD:
En la clausura de sus paredes, atento nos vigila para darnos su Bendición, su Poder, su Misericordia, su Perdón. Atrás queda un duro año, de tristeza por cuántas personas nos han dejado y cuántas han enfermado por la pandemia que azota el mundo.Atrás queda un encierro que nos privó del olor a azahar, incienso y cera, y que nos llevó a celebrar una Semana Santa en familia, ante nuestros televisores, desde donde asistimos digitalmente a los Santos Oficios y a pequeños detalles que nos hicieron añorar nuestras estaciones de penitencia.
Atrás queda la solidaridad de nuestra hermandad planchando telas y confeccionando mascarillas para ayudar a la población y que también se hicieron llegar a los más necesitados. Atrás queda un año difícil y extraño, y que nadie podía imaginar que algo así iba a ocurrirle a nuestro mundo. Pero si de algo nos debe de servir está situación, es para hacernos más fuertes, reforzar nuestras creencias, realzar nuestras devociones, afianzar más si cabe nuestra solidaridad hacia quien más lo necesita y crecer en nuestra fraternidad de puertas adentro entre todos los que hacéis y sois la hermandad del Gran Poder deMotril.
Vivamos el presente, este año participemos de nuestra Semana Santa, reforcemos sus pilares, la penitencia, la caridad, la confesión de nuestros pecados, el perdón. Crezcamos en nuestro Cristianismo, crezcamos en la Fe a nuestro Señor y a su Santa y divina Madre. Participemos de los Cultos, Vía Crucis y de los Santos Oficios. Hagámonos fuertes, y sobretodo mantengan la llama encendida para una Semana Santa del próximo año 2.022 en la que nuestras Estaciones Públicas de Fe volverán a la calle con más fuerza, devoción e ilusión.
Autor: Darío Ortega Jiménez