La Policía Nacional ha detenido en la zona norte de Granada a un varón de 44 años y nacionalidad española, el cual cuenta con antecedentes policiales, como presunto autor de un delito de daños, tras haber fracturado el candado de la verja de acceso a la iglesia de San Isidro Labrador, donde además de otras actuaciones lesivas para el edificio, habría fracturado un macetero ornamental que podría datar del siglo XVII. El detenido ya ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial.
Recordamos que la ermita de San Isidro Labrador, muy cerca de la antigua facultad de Medicina, es la sede de la Asociación Parroquial de la Virgen de la Granada, además de recibir allí culto imágenes como el Cristo de las Eras, que llegó a procesionar en Semana Santa.
Los hechos denunciados tuvieron lugar ya pasada la medianoche, cuando los agentes fueron comisionados por el CIMACC-091 a la iglesia de San Isidro Labrador, ubicada en la plaza del mismo nombre, en el distrito norte, donde, al parecer, había un individuo muy alterado que estaba ocasionando daños en el edificio religioso.
Cuando los agentes llegaron al lugar se pusieron en contacto con el párroco de la iglesia, siendo entonces cuando pudieron oír golpes en la parte trasera del edificio. Fue allí donde los agentes hallaron al presunto autor, el cual se encontraba indocumentado y tirado en el suelo.
Tras hacer el inventario de los daños se pudo saber que el presunto autor habría arrancado un bolardo del mobiliario urbano, desplazándolo hasta el interior del recinto de la iglesia. Igualmente, habría fracturado el candado que cierra la verja que da acceso al edificio y dañado la puerta de madera del acceso principal. Los contadores de luz y agua también habrían sufrido daños, con rotura de una caja de registro y varios fusibles, así como la instalación de riego por goteo que sustenta los árboles y plantas de su interior.
Además de todo esto, el presunto autor podría haber dañado una parte del patrimonio histórico del edificio, concretamente un macetero ornamental ubicado en la fachada, el cual podría datar de mediados del siglo XVII, momento en el que se fundó la ermita de San Isidro con los aportes de los labradores de la zona, en el lugar donde previamente había existido una venerada cruz de piedra.