Solo Favores, Escolapios y Chías llegaron a Catedral.
El mal tiempo deslució la jornada del Viernes Santo. La lluvia, al mediodía, impidió que la imagen de la Soledad de Santo Domingo llegara al Campo del Príncipe. La hermandad de La Cañilla suspendía la salida de su titular mariana, algo que ha ocurrido en contadísimas ocasiones a lo largo de la historia, (ninguna en las últimas décadas). Así, sin presencia de la Soledad se rezó ante el Cristo de piedra de los Favores, en un acto al que asistía el arzobispo de Granada, el alcalde de la ciudad, distintas autoridades y las juntas de gobierno de Los Favores y Cañilla (esta última acompañada por un nutrido grupo de hermanos).
Por la tarde, y a pesar de que la lluvia no había desaparecido del todo, Ferroviarios se puso en la calle, presentando así el gran estreno que este año sacaba, la nueva imagen de la Magdalena. Además, el paso del Señor se presentaba iluminado por brazos de luz (cedidos por la cofradía de La Lanzada), y con la presencia de una escuadra de legionarios en su cortejo, además de una amplia representación de la Policía Nacional. Llovía con fuerza al poco de salir el Cristo pero el cortejo se siguió poniendo en la calle, volviéndose luego cuando iba a la altura de los jardines del Triunfo.
Se paralizaba aquí la tarde, se reunían las juntas de gobierno de las hermandades que quedaban por salir, y tras distintas deliberacionesy pequeños retrasos en sus horarios todas decidían salir, aunque poco después desde Santa Ana se anunciaba que el Santo Sepulcro no haría estación de penitencia.
Favores, Escolapios y Chías si que salieron, aligerando bastante su paso y poniéndose en la carrera oficial a la hora prevista. La Soledad de San Jerónimo, incluso, adelantó su llegada para cubrir el hueco dejado por el Santo Sepulcro.
La noche fue bastante fría, y temiendo una nueva aparición de la lluvia las tres hermandades se recogieron con celeridad.