El Auditorio Manuel de Falla acogió un completo acto de exaltación.
La interpretación de la marcha ‘Campanilleros’, interpretada por la Banda Municipal de Música en el escenario del Auditorio Manuel de Falla fue uno de los primeros momentos que hicieron un nudo en la garganta al público asistente ayer al Pregón anunciador de la Coronación de Nuestra Señora de la Esperanza. Antes había sonado ya la marcha ‘Una vida de Esperanza’. Eran los primeros compases del acto del Pregón de la Coronación de Nuestra Señora de la Esperanza, que llenó de público el recinto del bosque alhambreño. En el primero de ellos, y a modo de introducción histórica, se antepuso la Esperanza a la desesperanza que anida en muchos corazones de la sociedad. En el segundo bloque, y con un recuerdo especial a los hermanos fallecidos, y de todos los devotos que durante 300 años han venerado a la Niña de Risueño, explicaron porqué se corona una imagen de la Virgen María. En el último bloque se proclamó la Esperanza como confirmación de los que ya no están y ancla de los que aún permanecen.
La cofradía del Martes Santo había organizado un completo acto en el que se contó con la palabra de Álvaro Barea, Manuel Amador y David Rodríguez, así como con la participación de la banda de cornetas y tamobres de la cofradía y la Banda Municipal de Música, además de otros artistas que exaltaron con su música a la dolorosa que el próximo 13 de octubre será coronada canónicamente en la Catedral.
“Te juro que desespero, porque te quieran mi niña, lo mismo que yo te quiero”, le decía a la Señora de la Esperanza Manuel Amador, hermano de la corporación encargado de ir introduciendo las distintas partes del Pregón. Con un sonoro “te juro que desespero por coronarte en la tierra igual que estás en el cielo”, recibía el aplauso del público a sus palabras, acompañadas por el sonido en directo de guitarra y flautín.
Tras la introducción al acto, fue otro cofrade de la Esperanza Álvaro Barea, el que llegaba al atril para der lectura al primer bloque del pregón, “La Esperanza lo puede todo”. En varios momentos de su intervención estuvo acompañado por la Banda Municipal de Música de Granada. “Aunque a veces no lo parezca, para todo hay Esperanza”, afirmaba a los acordes de la marcha ‘Virgen del Valle’. “La Esperanza fue un antes y después”, señalaba luego David Rodríguez, acompañado por el sonido de una flauta, la otra voz encargada de pregonar la coronación. Y así, poco a poco, fueron desgranándose versos y piropos para la dolorosa del Martes Santo.
No faltaron en el acto una saeta de Curro Andrés, la participación de la Banda de Cornetas y Tambores de Jesús del Gran Poder, las marchas ‘Niña de Santa Ana’ o ‘Palio blanco’, el cante flamenco o la música lírica con nombres como Leticia Rodríguez, Alicia Morales, Cristian Delgado; las guitarras de Kiki Corpas, Manuel Castillo y la flauta de Alberto Trujillo, regidos entre bastidores por Encarna Vargas.Con la frase “Cómo no te vamos a coronar si en tu imagen está Granada entera” ponía Manuel Amador punto y final a su alocución.
El guiño a los más pequeños de la hermandad que representan el futuro, ayudó a que la exaltación a la Virgen Niña de Risueño, tuviera momentos delicados y otros llenos de emoción que cautivaron a los asistentes, entre los que estaban la concejal de Cultura, María de Leyva, la portavoz popular, Rocío Díaz y hermanos mayores de las corporaciones granadinas.