La Semana Santa de 2020 pasó a la historia como la Semana Santa que nunca lo fue, la que nos dejó sin procesiones en la calle. La de 2021 va a ocurrir lo mismo. No es el periodo más extenso que la ciudad han estado sin procesiones, teniendo este triste récord 1834 a 1839.
El calendario del próximo mes de marzo marcará de nuevo las jornadas importantes del Domingo de Ramos, el Jueves o el Viernes Santo, pero la ausencia de cofradías en la calle hará que todo vuelva a parecer distinto, aunque a no ser que haya un empeoramiento grave en la pandemia no será como el pasado año cuando ni siquiera se podía pisar la calle.
Cuando el pasado 2020 nos quedábamos sin cofradías, se echaba manos de los libros de historia para comprobar que hacía más de ochenta años que Granada no se quedaba sin procesiones de Semana Santa, aunque a lo largo de la historia hasta en una veintena de ocasiones esto ya había ocurrido. Se trata de años en los que la Semana Santa de Granada no había podido celebrarse por diversos motivos, casi todos ellos debidos a contiendas bélicas o enfermedades. Ahora hay que releer esa historia para ver cuando hubo más de dos años seguidos sin hermandades.
Así, por ejemplo, en los años 1810 y 1811 no hubo procesiones en las calles por motivo de la invasión napoleónica. El 28 de enero de 1810 las tropas del IV Cuerpo de la Armada francesa, comandadas por el general Horacio Sebastiani, llegaron a Granada. En el año 1834 el motivo por el que se suspendían las procesiones era la epidemia de cólera y el inicio de los episodios desamortizadores, que también motivaron las suspensiones en los años 1835, 1836, 1837, 1838 y 1839. En total, fueron seis años sin Semana Santa en la capital granadina, un periodo similar al vivido entre los años 1870 y 1875, cuando la situación social del país hizo que los granadinos no organizaran procesiones. Seis y cinco años, respectivamente, sin hermandades en la calle.
Ya en el siglo XX también nos encontramos con diferentes fechas en las que faltaron las procesiones en estos días. Ocurría en los años 1932, 1933 y 1934, durante la II República, así como en 1936, 1937 y 1938, los complicados años de la Guerra Civil.
Fue una situación que se veía venir en aquellos años de la República, ya que la Semana Santa y sus procesiones venían arrastrando decadencia desde 1931. La actividad de las cofradías se limitó a sencillos vía crucis en la Catedral. En el año 1935 las hermandades vuelven a salir. La Semana Santa de 1938, última vez que Granada no tuvo procesiones, las cofradías celebraron cultos en el interior de sus templos. Habrá que esperar hasta 1939, recién declarado el fin de la guerra, para que salieran nuevamente. En concreto, aquella Semana Santa se vivió un traslado del Cristo del Silencio y la Virgen de las Angustias salió el Domingo de Resurrección. Tras la guerra vuelven a salir la totalidad de las cofradías.
En el año 1975 a punto estuvo la ciudad de volver a quedarse sin procesiones por problemas económicos. La Federación de Cofradías se planteó la suspensión de las salidas y desde Sevilla, incluso, el Consejo de Cofradías se ofreció a aportar la cantidad necesaria y hacer una suscripción popular; pero no fue necesaria, el Gobernador Civil logró de la Caja Provincial de Ahorros que adelantara la cantidad necesaria. Esta situación de penuria se remediará a partir de finales de esa década. Comenzaría entonces la época de esplendor que aún se vive, en la que solo faltan las cofradías por temas meteorológicos.