Eso es lo que proponen un grupo de investigadores. Con el mes de marzo ya en vigor, media España mira de reojo a la próxima hoja del calendario. El 1 y el 2 de abril se celebran el Jueves y el Viernes Santo, dos de las fechas más importantes del calendario cristiano, pero que están grabadas también a fuego en las agendas de quienes se dedican al turismo: renunciar por segundo año consecutivo a la Semana Santa no entra en los planes de hoteles, bares y restaurantes de todo el país.
Mientras ya se han suspendido procesiones y actos multitudinarios en todo el país, aún no hay directrices a nivel nacional que marquen una decisión única para todos los ciudadanos. Y para ayudar a que todos puedan disfrutar de unos días de descanso, pero sin temor a propagar el coronavirus, un grupo de científicos ha realizado una propuesta a tener en cuenta.
Los investigadores, que pertenecen a la Universidad Politécnica de Madrid, han propuesto retrasar la celebración de la Semana Santa tres semanas. Es decir, que el Jueves Santo pase del día 1 al 22, que el Viernes Santo se festeje el día 23 y no el 2, etc. Una propuesta que busca una celebración «más segura» por parte de todos. El objetivo de los investigadores es aumentar «el ratio de vacunación de personas vulnerables cuando se produjera el periodo vacacional, y con ello la reducción muy importante del riesgo que se ha visto, que llevan asociados estos periodos festivos, como se observó en diciembre».
El estudio que ha realizado este grupo de investigadores sostiene que se podrían producir «dificultades de ajuste por la premura en la que se deberían realizar». Pero, al mismo tiempo, también recuerda que no es extraño la celebración de la Semana Santa en los últimos días del mes de abril, algo que ha pasado anteriormente y que es «perfectamente aceptable por la sociedad».
Por eso, los investigadores creen que este retraso no solo ayudaría a disfrutar de una Semana Santa «más segura», sino que también sería un balón de oxígeno para sectores tan afectados por la pandemia como la hostelería y el turismo: «Conseguiría una mejora sustancial en el propósito de evitar la pérdida de vidas, al disminuir sensiblemente el riesgo, y además aliviaría el impacto económico y conseguiría un mejor bienestar del conjunto de los ciudadanos».