«En estas circunstancias y con la información que tenemos, nada hace prever que la Santísima Virgen pueda moverse de Almonte hasta el año que viene». Así de tajante y desechando cualquier especulación sobre la posibilidad de que el traslado pueda efectuarse este verano, se ha mostrado el presidente de la Hermandad Matriz, Santiago Padilla, en su comparecencia, destinada a anunciar, entre otras cosas, las normas que regirán en la reapertura de la Parroquia de la Asunción, templo en el que se encuentra la Virgen del Rocío desde el pasado mes de agosto. «Pensando también en que hay personas que están necesitando un escenario de certezas», se ha referido Padilla a las celebraciones pendientes como bodas, comuniones, etc., «pero, sobre todo, con el argumento fundamental de que no va a ser posible trasladar a la Virgen hasta el año que viene, la Junta de Gobierno de la Hermandad ha decidido, y esto tendrá que ratificarlo el Cabildo, que la Virgen permanezca en Almonte hasta el año que viene».
Así las cosas, el presidente de la Matriz pone también en el horizonte de 2021 «los hechos extraordinarios que íbamos a vivir» en este mes de mayo, como la procesión por el pueblo o el traslado de la Virgen, suspendidos junto con la Romería, a la espera de que la situación respecto a la pandemia permita para entonces retomar todas estas celebraciones.
Mientras tanto, la Hermandad Matriz, tras las conversaciones mantenidas con el Obispado de Huelva, el Ayuntamiento de Almonte, la Subdelegación del Gobierno y la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía, ha tomado una serie de decisiones respecto a las medidas de seguridad que hoy han sido comunicadas por el presidente de la Hermandad Matriz, Santiago Padilla, medidas de precaución adicional para evitar aglomeraciones que podrían resultar fatales a la hora de prevenir nuevos focos de contagio, teniendo en cuenta las reducidas dimensiones de la iglesia y la inabarcable dimensión de la devoción rociera.
La Parroquia de la Asunción abrirá sus puertas el próximo 13 de mayo –y no el 11-, festividad de la Virgen de Fátima, que tiene altar en este templo, como indica la Hermandad Matriz. Estos dos días adicionales habrán de servir para adecuar las medidas de seguridad extraordinarias que precisa la iglesia, para que las visitas a partir del 13 ocurran de forma ordenada y sin riesgos para los fieles.
Se ha establecido también un horario limitado, de 10 a 14 horas y de 17 a 19 horas. Entre las 14 y las 17 horas se procederá a la limpieza y desinfección total del templo. Los sábados y los domingos la iglesia permanecerá cerrada, al menos, hasta el segundo fin de semana de junio, aunque «la apertura a partir de esta fecha se reconsiderará en función de cómo evolucione la curva de la pandemia».
Todos los cultos seguirán celebrándose a puerta cerrada, «dada la capacidad insuficiente del templo y ante las restricciones obligatorias anunciadas por el Gobierno», medida esta que se mantendrá también hasta el segundo fin de semana de junio. La Salve diaria se seguirá retransmitiendo por la televisión local y podrá seguirse por megafonía, como hasta ahora y los entierros continuarán celebrándose en el tanatorio, con el aforo permitido por las autoridades.
En cuanto a las visitas para poder contemplar a la Blanca Paloma, a la que los devotos no ven desde hace casi dos meses, estas se realizarán en un circuito organizado que se desdoblará en dos al acceder al interior del templo, con entrada por la puerta principal y salida por las laterales, teniendo en cuenta que la adaptada para personas con movilidad reducida es la de la Epístola (entrando, a la derecha). Se tratará de «un flujo ininterrumpido de personas, guardando las medidas de seguridad, y teniendo en cuenta las franjas horarias establecidas por el Gobierno para salir de casa, con objeto de que todo el que quiera y bajo su responsabilidad, acceda al interior del templo a saludar a la Virgen, sin sentarse», especifican desde la Matriz.
La planificación ha tenido en cuenta a las personas mayores, que tendrán prioridad en el recorrido que tiene salida por la puerta de la Epístola, y a personas con movilidad reducida o que vayan acompañadas con niños en carritos. La Matriz recomienda a los devotos que hagan uso de elementos para protegerse del calor.
El presidente de la Matriz ha explicado, así mismo, las causas por las que los cultos programados para celebrar Pentecostés –la Novena Extraordinaria que comenzará el 22 de mayo y la Misa de Pentecostés- se celebrarán finalmente a puerta cerrada, «en coherencia con todo lo indicado, es porque solo el municipio de Almonte cuenta con 27.000 habitantes, y la Hermandad Matriz con 12.000 hermanos, más las personas que se sumarían previsiblemente desde otros lugares». Si a esto se suma la limitación de espacio de la parroquia, «contando con los espacios necesarios para que los flujos y movimientos se hagan ordenados, con las distancias mínimas recomendadas, al 50%, de 125 personas sentadas», hace prácticamente imposible celebrar estos cultos tan esperados en condiciones de normalidad. Como ya anunció la Matriz, podrán seguirse por televisión y redes sociales.
La Hermandad ha desaconsejado la visita de personas que constituyan grupos de riesgo frente a la enfermedad del Covid-19, «hasta que se confirme dentro de 15-20 días que la desescalada no provoca un repunte de los contagios» y advierte que nadie podrá acceder sin mascarilla, aconsejando así mismo el uso de guantes y avisando de que «el eventual incumplimiento reiterado de las medidas de seguridad adoptadas será motivo para reconsiderar la apertura de la Parroquia, por motivos de seguridad de todos los almonteños y visitantes».
«Para que la gente se quite presión», ha informado Santiago Padilla, «la Virgen va a estar en la parroquia de la Asunción unos meses extraordinarios» por lo que «vamos a tener tiempo más que de sobra para ver a la Virgen», recomendando así a las personas mayores y con patologías que «no tengan prisa». En todo momento, Santiago Padilla ha dado a entender que, para la Hermandad, lo primero es la salud de todos los devotos y de los almonteños.